Existen también los bien conocidos “virus” de computadora, esos pequeños programas diseñados para copiarse a sí mismos e infectar otras máquinas. Además de reproducirse suelen causar algún daño al sistema, como borrar archivos importantes o robar información del dueño de la computadora infectada.
Pero hay otra clase de “virus” que no viven en las computadoras sino en nuestras mentes. Un ejemplo son ciertos mensajes muy comunes en esta época de Internet. Se envían por correo electrónico y advierten del riesgo de contaminarse con algún nuevo virus, de nombre extraño y de —supuestamente— desastrosas consecuencias. “¡No abras ningún mensaje que tenga el título
‘día del padre’, porque borrará tu disco duro y quemará la pantalla de tu computadora!”, advierten, para a continuación añadir: “manda copia de este mensaje a todos tus conocidos”.
Poca gente se da cuenta de que, la mayoría de las veces, tales virus son inexistentes. O más bien, sí hay un “virus”, pero generalmente pasa desapercibido: es el mensaje mismo que advierte del peligro, mensaje que logra ser leído y copiado gracias a la credibilidad del receptor.
Muchas de las ideas asociadas a ciertas enfermedades llamadas terminales, son virus mentales porque no están arraigadas a una experiencia específica personal, sino estadística en el mejor de los casos.
La mente trabaja haciendo generalizaciones, es uno de los filtros de la percepción y el lenguaje básicos; por ello puede servir para crear aprendizajes muy importantes y otros más bien nocivos. Esto aplica también al área de salud.
Una persona asocia el cáncer, entre otras enfermedades, con muerte, quimioterapia, caída de cabello, agonía, dolor, incurabilidad, y otros conceptos nocivos para la salud, son virus, no porque sean falsos, sino porque son verdades a medias. El cáncer es una enfermedad muy variada y compleja, que tiene muchas etapas y variaciones; pero las personas no saben eso.
Una persona con este diagnóstico que contrae un virus mental puede empeorar la enfermedad y el tratamiento hasta niveles insospechados. No se trata que la mente por sí sola cura estas enfermedades, pero incide directamente en el curso de ellas y la sanación natural del cuerpo. Y esto aplica a este tipo de enfermedades y a otras más comunes como las alergias.
Richard Dawkins, el famoso biólogo autor de El gen egoísta, ha desarrollado el concepto de fragmentos de información mental que pueden reproducirse al ser comunicados de cerebro en cerebro. Dawkins llamó “memes” (singular “mem”) a estos “virus” mentales. En forma similar a los genes que conforman a los seres vivos y que compiten unos contra otros dando así lugar a la evolución, los memes —un ejemplo de los cuales son los mensajes de falsos virus— aprovechan cualquier ocasión y medio para reproducirse y ser copiados de una mente a otra.
deviantart
Es posible que gracias a este concepto puedan explicarse fenómenos como la expansión de las modas, las tradiciones e incluso las religiones. Llevándola al extremo, la “memética”, o teoría de los memes —con su enfoque darwiniano en que las ideas (los memes) compiten y evolucionan— , puede llegar a explicar no sólo la cultura humana sino también nuestras mentes.
Mensajes apocalípticos, modas, mensajes de supuestos maestros, prevenciones, enfermedades...etc., etc
Corren no ya de boca en boca,sino de computadora a computadora, no dando tiempo (ni ganas)a la mente de la mayoría a analizarlas.
Y es así que cunde la desinformación entre tanta información contradictoria.
PASA TODO POR EL FILTRO DE LA CONSCIENCIA, ASÍ LLEGARÁS A TENER EL DISCERNIMIENTO NECESARIO, PARA SEPARAR LA VERDAD DE LA MENTIRA.
SON TIEMPOS DE MUCHA CONFUSIÓN.
CUÍDATE DE ESTOS VIRUS…
SON LOS QUE MÁS TE PUEDEN DAÑAR!!!
http://saikuhayotravidaposible.blogspot.com.ar/2014/11/no-te-infectes-de-tantos-virus-mentales.html
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