No se necesita romper la vasija para conocer la arcilla. Es sólo una cuestión de entendimiento.
Tampoco podemos decir que la vasija no existe. Percibimos esa forma, y es útil. En ella podemos poner flores, agua, o la llaves de casa... La vasija de arcilla es una manifestación, una forma útil, de la arcilla.
La arcilla está en la vasija. Pero también está en la taza, en el cenicero, en la jarra. La vasija depende de la arcilla. La arcilla no depende de las formas para ser arcilla. Ella es el sustrato donde las formas son. La verdad de la vasija es la arcilla. La verdad de una taza de arcilla es la arcilla.
El peso de la vasija es el peso de la arcilla. La textura de la vasija es la textura de la arcilla. Con la comprensión de que la arcilla trasciende las
formas de vasija, taza o cenicero, sabemos que la arcilla es independiente de la forma que asuma. Lo real es la arcilla. Y la arcilla presta su realidad a los nombres y a las formas.
El universo entero está sustentado por la existencia de la Pura Consciencia. Esa existencia es lo que Somos. Cualquier pensamiento que surja, será, invariablemente, una manifestación de la Pura Consciencia. Todo lo que observamos, todas las cogniciones, son observaciones y cogniciones de la Pura Consciencia. Nada puede ser que no sea ya la presencia de lo que realmente somos. Porque yo soy, puedo inferir. Yo soy y por tanto puedo ver y escuchar. Que yo soy es evidente, y porque yo soy, todo conocimiento es posible.
Lo que realmente somos, la Pura Consciencia, se reconoce en cada cognición, en cualquier movimiento de la mente que conduzca al conocimiento de los objetos. Por mucho que intentemos capturar la Pura Consciencia en un pensamiento, será un esfuerzo en vano, inútil. Lo que sí que se puede observar es la presencia de lo invariable en cada uno de los pensamientos. Eso es contemplar lo Real.
Somos Consciencia. La Consciencia está en el cuerpo. La Consciencia está en el pensamiento. Pero la Consciencia también está, y Es, independiente del cuerpo y del pensamiento. Ambos dependen de la Consciencia para su existencia, pero la Consciencia no depende de cosa alguna para ser. Es autoexistente, autoevidente.
Lo que hay que comprender es que el mundo es tú, y tú estás libre del mundo. La vasija es arcilla, pero la arcilla es libre de la vasija. Somos la base de lo que existe, la verdad de lo que existe, y al mismo tiempo somos libres de lo que existe.
Es cuestión de entenderlo bien. Y eso es autoconocimiento.
"Esencialmente, liberación es poner fin a todos los problemas por medio del conocimiento de la esencia verdadera del problema, como dicen las upanisads: 'sólo el conocimiento es liberación'. Este conocimiento es el conocimiento de uno mismo."
Swami Dayananda Saraswati
http://jmoujo.blogspot.com.es/2014/05/una-cuestion-de-entendimiento.html
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