Resistirse al sufrimiento o tratar de despertar es en sí mismo parte del sufrimiento, forma parte de la confusión. No funciona porque tiene sus raíces en la ilusión de la separación, la misma ilusión y confusión que genera el sufrimiento. El sufrimiento sólo puede terminar aquí y ahora, con la total aceptación de lo que es. La aceptación no significa que te guste o estés de acuerdo con todo. La aceptación no significa no actuar para cambiar las cosas. Pero la acción que se basa en la aceptación es muy diferente de la acción que surge de la resistencia y la contracción.
La aceptación es otra palabra para la conciencia o el amor incondicional. En realidad, la naturaleza misma de la conciencia es incluir y aceptar todo. Así que esta aceptación no es una tarea que tenemos que hacer. Es más como el reconocimiento de que a todo se le permite ser como es, ¡obviamente porque ya está aquí! Todo es como es, y en este momento, no podía ser de otra manera. Pero eso no quiere decir que no pueda o no vaya a cambiar en el momento siguiente.
El actuar (o no-actuar) para aliviar el dolor, curar las heridas, o corregir la