Las verduras y hortalizas verdes, como primera medida, son una importante fuente de nutrientes para nuestra salud, ya que nos aportan minerales, vitaminas y fibra. Su color distintivo es debido a un componente esencial, la clorofila. Los estudios afirman que este compuesto sirve para prevenir el cáncer, mejorar el funcionamiento cardíaco y evitar la anemia, entre otras cualidades.
Los nutricionistas indican que el consumo de vegetales verdes debe ser de por lo menos tres tazas a la semana, es decir, media taza al día. No es tanta la cantidad que se requiere y la verdad es que son muy recomendables para nuestra salud.
rúcula, acelga, espinaca, brócoli, col rizada y lechuga. Todos tienen vitaminas, calcio, ácido fólico, hierro y proteínas. Serás mucho más fuerte que Popeye y evitarás enfermedades de todo tipo.
Ventajas de consumir vegetales verdes
No por nada nuestras madres y nuestras abuelas han insistido para que comamos acelga o espinaca desde pequeños, o que en las ensaladas nunca falte la lechuga (además de que es deliciosa). No era un capricho, sino que todo lo que te decían sobre las propiedades de estos vegetales era verdad.
Los beneficios de la clorofila, básicamente, son los que más se destacan en estos alimentos. Además de lo mencionado antes, está comprobado que ayuda a mejorar el sistema inmune, por lo cuál, no te enfermarás tan seguido.
Además, están compuestas por nutrientes esenciales que a largo plazo te sirven para controlar tu peso, porque no tienen casi calorías y son saciantes. Al tener ácido fólico se convierten en alimentos ideales para las mujeres embarazadas o lactantes, también para los que padecen de problemas en sus defensas por una enfermedad, el estrés o ciertos medicamentos. Otros componentes interesantes son el magnesio y el potasio, que no se consiguen en los alimentos procesados, por ejemplo. No hay que olvidarse de la fibra dietética que evita el estreñimiento o de la vitamina C (que también sirve para prevenir gripes o resfriados).
Las personas que consumen verduras de hojas verdes tienen menos probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. En primer lugar, porque contienen antioxidantes que eliminan los radicales libres y en segundo, porque no aportan casi grasas al organismo, sino que además limpian las arterias.
Como si esto fuera poco, los vegetales verdes tienen una gran cantidad de calcio, un mineral esencial para la mayoría de las funciones del organismo y vital para mantener los huesos en perfecto estado, siendo recomendado en las personas mayores de 65 años y en mujeres en la etapa de menopausia. A su vez, el calcio permite regular el ritmo cardíaco, lograr buenos impulsos nerviosos, evitar el insomnio, los calambres y mejorar los procesos hormonales y enzimáticos.
No por nada nuestras madres y nuestras abuelas han insistido para que comamos acelga o espinaca desde pequeños, o que en las ensaladas nunca falte la lechuga (además de que es deliciosa). No era un capricho, sino que todo lo que te decían sobre las propiedades de estos vegetales era verdad.
Los beneficios de la clorofila, básicamente, son los que más se destacan en estos alimentos. Además de lo mencionado antes, está comprobado que ayuda a mejorar el sistema inmune, por lo cuál, no te enfermarás tan seguido.
Además, están compuestas por nutrientes esenciales que a largo plazo te sirven para controlar tu peso, porque no tienen casi calorías y son saciantes. Al tener ácido fólico se convierten en alimentos ideales para las mujeres embarazadas o lactantes, también para los que padecen de problemas en sus defensas por una enfermedad, el estrés o ciertos medicamentos. Otros componentes interesantes son el magnesio y el potasio, que no se consiguen en los alimentos procesados, por ejemplo. No hay que olvidarse de la fibra dietética que evita el estreñimiento o de la vitamina C (que también sirve para prevenir gripes o resfriados).
Como si esto fuera poco, los vegetales verdes tienen una gran cantidad de calcio, un mineral esencial para la mayoría de las funciones del organismo y vital para mantener los huesos en perfecto estado, siendo recomendado en las personas mayores de 65 años y en mujeres en la etapa de menopausia. A su vez, el calcio permite regular el ritmo cardíaco, lograr buenos impulsos nerviosos, evitar el insomnio, los calambres y mejorar los procesos hormonales y enzimáticos.
Gracias a la vitamina A que también contienen estos vegetales verdes, podemos disfrutar de los betacarotenos, elementos indispensables para nuestro organismo. Esta vitamina se almacena en el hígado en mayor medida, pero también en los pulmones y los riñones.
Las bondades de la Vitamina A son: mantenimiento del sistema óseo, regeneración de la piel (por ello muchas cremas la contienen), reparación de las células de las mucosas, prevención de cataratas, conjuntivitis y otras infecciones oculares, mejoramiento de la vista en la noche, creación de barreras protectoras contra ciertos microorganismos, funcionamiento de los órganos reproductores (ayuda a regular el ciclo menstrual y en la producción de esperma), reparación de tejidos infectados y aumento de la resistencia hacia infecciones o enfermedades contagiosas.
Propiedades particulares de cada vegetal verde
-Coles de Bruselas: antioxidantes, antiinflamatorios y desintoxicantes, reducen el riesgo de padecer cáncer y protege el ADN del cuerpo.
-Espinaca: Ofrece el 20% de la fibra alimentaria que tu cuerpo necesita y mantiene los niveles de azúcar en sangre, además de prevenir enfermedades oculares.
-Brócoli: Antioxidante, reduce el riesgo de padecer infecciones respiratorias y estomacales, siendo perfecto para los que sufren úlceras.
-Rúcula: Ofrece buenas cantidades de vitaminas A y C y calcio.
-Col rizada: Rica en ácido fólico, calcio, fibras y vitaminas A, C y K.
-Lechuga rizada: Mucho ácido fólico y las mismas vitaminas que la col. Ideal para embarazadas.
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