En una entrevista concedida al diario colombiano El Tiempo, Davis explica que "hoy, la mayoría está usando celulares, en especial los niños, y no hay estándares para su uso. Por eso, mi posición es que aunque no tenemos pruebas definitivas de riesgo en relación con estadísticas de mortalidad, como los tenemos con el tabaco, hay que empezar a prevenir".
"Nuestra civilización ha madurado y se ha hecho más sofisticada, como para dejar de insistir en que los muertos son la única prueba que debe existir", explica la médica norteamericana, quien además es doctora en ciencias de la Universidad de Chicago y en epidemiología en la Universidad Johns Hopkins.
Davis también cuenta que existe "evidencia de peligro" con respecto a los celulares y sus muchas costumbres, como tener cargándolo en la mesa de luz por la noche, y detalló los diferentes tipos de estudios que se realizaron para llegar a una conclusión científica. "Cada estudio que se ha hecho, bien diseñado, con grupos de personas que han utilizado los celulares con frecuencia durante los últimos 10 años o más, y que lo han comparado con gente que no lo ha hecho, han encontrado que hay un riesgo doble o más alto de contraer gliobastoma, incluso cuando el uso ha sido moderado: solo de media hora al día en promedio durante una década".
"La radiación ionizante directamente daña los nucleotipos que mantienen al ADN junto, porque rompe estos vínculos. Aunque la radiación de los celulares no hace esto de esa manera, sí causa daño porque interfiere en la resonancia de la célula y debilita las membranas, lo que perturba la regulación de las células", expresó la científica.
En el mismo sentido, Davis agregó que las implicancias de el uso excesivo de celular puede incidir en la producción de espermatozoides en los hombres. "Se ha encontrado que los hombres que usan teléfonos celulares de 2 a 4 horas al día tienen un 30 por ciento menos de espermatozoides que los que no los usan", contó la experta.
Además, alertó sobre los peligros que el celular puede ocasionar en los más pequeños, cuando su cerebro está en plena etapa de desarrollo. "El cerebro en desarrollo absorbe más radiación que el que ya está maduro. Estudios hechos por la industria demuestran mayor absorción de la radiación electromagnética en niños de 5 años, en comparación con los de 10 o un adulto", señaló Davis.
Con pleno sentido común, la médica se pregunta cuál es el sentido de darle un celular a un niño de 5 años o incluso a un bebé y las contradicciones en las que cae un adulto o los padres. "Hacemos esfuerzos por cuidar el desarrollo cerebral en los niños; les damos cinturones de seguridad, cascos para cuando montan bicicleta... y jamás les daríamos un trago de whisky o un cigarrillo; ¿entonces, por qué les damos un celular cuando tenemos evidencia?".
http://www.infobae.com/2014/05/30/1568828-el-libro-que-revela-los-peligros-del-celular-la-salud
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