Tigre en Bandhavgarh, India, 2009. (CyrilChristo y Marie Wilkinson) |
Su voz lleva una palpable sensación de urgencia, “¡Estamos en el último momento!”, dice. Su pasión por la vida es innegable, “Honrar la vida, es más importante que cualquier interpretación de la vida”, Cyril Christo sigue mientras comparte fragmentos de su historia de vida…, su razón de ser.
El poeta, cineasta nominado al Oscar, fotógrafo de vida silvestre e hijo de la famosa pareja de artistas Christo y Jeanne Claude, no se preocupa por la fama (con la que creció) ni siquiera por la duración de su trabajo, explica en una entrevista telefónica. “Si pudiéramos detener el comercio del marfil, mañana mismo quemaría todos los negativos (fotos)”, dice. La representación de la vida silvestre en esencia, no interesa, preferiría ver esos animales moviéndose libremente en su hábitat natural. Él escribe, fotografía y realiza películas para inspirar a otros y llamarlos a la acción.
“Necesitamos tener un Plan Marshall inmediato por cómo tratamos la tierra, para un total respeto y supervivencia”.Alrededor de 40.000 elefantes africanos mueren cada año, es decir, uno cada 15 minutos en manos de cazadores. A ese ritmo, los elefantes podrían extinguirse en tan sólo 10 años.
Christo comienza diciendo, si sólo pudiera ampliar el tiempo a fin de comprender completamente la rica variedad de todas las historias, pero ellas se quedaron atrás. El tiempo dedicado a la naturaleza en toda su pletórica maravilla y belleza te puede dejar tranquilo y sorprendido, es increíblemente difícil ser capaz de comunicar esa experiencia. Christo intenta transmitir lo
intrincada que es la naturaleza interconectada.
Cada línea de pensamiento puede convertirse en un largo poema con un propósito de gran alcance. Cada una conduce a la misma conclusión: respetar la vida. Christo relata un sueño lúcido con las palabras que dejó una impresión profunda, “Agárrate al agua de la vida”.
Los animales dan señales y nos advierten del cambio climático porque “ellos forman parte del sistema inmunológico de nuestro planeta”, dice. El derretimiento del hielo ártico deja que los osos polares mueran de hambre en su reducido hábitat. Con la eliminación de bosques, algunos tigres se han vuelto astutos, cazando gente en lugar de terneros, como en los últimos meses, el llamado tigre devorador de hombres en Uttar Pradesh y Uttarakhand,
Estados de India.
Sólo quedan como 3.200 tigres comparados con los 100.000 de principios del siglo XX. En África sólo quedan cerca de 15.000 leones salvajes, comparados con los 200.000 de hace sólo 30 años.
El elefante del bosque africano juega un papel clave en el mantenimiento de la segunda selva más grande del mundo, en la cuenca del Congo. Esos bosques tropicales son los pulmones de la tierra. Las semillas de árboles forestales sólo pueden germinar después de pasar por el tracto digestivo de un elefante. “Así que tenemos todo tipo de ramificaciones culminantes con la pérdida de 80 al 90% del elefante del bosque”, dice Christo.
Madre y cría en el baño de polvo en Amboseli, Kenia, 2007. (CyrilChristo y Marie Wilkinson) |
Lo que ha preocupado a Christo y a conservacionistas durante años está empezando a llegar a algunos líderes mundiales. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un informe de la ONU el 31 de marzo, advirtiendo que la situación del medio ambiente está llegando al punto de inflexión. El gobierno de Obama dice que está tomando este nuevo informe como un llamado a la acción, junto al Secretario de Estado, John Kerry diciendo, “Los costos de inacción son catastróficos”.
Ese mensaje hace eco de lo que Christo aprendió de los ancianos Hopi, Navajo y Apache, quienes le dijeron que los próximos cinco años son cruciales. El año 2020 podría ser el punto de no retorno. Para Christo, eso significa un proyecto de ley climático.
Conservación de energía en pareja
Christo genera todos sus proyectos con su esposa, Marie Wilkinson, una arquitecta que empezó a tomar fotografías por entretenimiento. Sus redes pronto se convirtieron en libros, películas y campañas. Se opusieron enérgicamente al comercio del marfil y protestaron por los malos proyectos ambientales presentados a la Legislatura de Nuevo México, donde vive la pareja.
Por dos veces han viajado alrededor del mundo, especialmente donde no hay luz eléctrica pero se ven más estrellas, donde el atronador rugido de los leones despierta al alma, y donde los ancianos indígenas tienen profundas lecciones para compartir.
“Poco a poco empezamos a involucrarnos”, dice Wilkinson. Eso es evidente en la forma en que conversan unos con otros llenos de energía y sinérgicamente. “Cómo llegamos a los elefantes se debe a los indígenas; cómo llegamos a los pueblos indígenas, se debe a la forma en que estábamos buscando la cultura y el lugar. ... Quedó muy claro que las diferentes culturas tienen diferentes historias que mostrar, una increíble comprensión y respeto, y la conexión en los lugares que vivieron”, explica Wilkinson.
Christo expone, “la gente nativa tiene una comprensión mística cercana de aprecio hacia los animales. Y lo hemos hecho, desde la ilustración francesa en seres casi robóticos para ser diseccionados y cosas que pueden ser manipuladas”.
Nanfang Daily, un periódico local en Zhanjian, en la provincia china de Guangdong, publicó recientemente uninforme impactante. Un grupo de funcionarios locales y gente de alto nivel adquisitivo tuvieron un “día de diversión” electrocutando al menos 10 tigres. Lo llamaron entretenimiento “espectáculo visual”. Las partes del cuerpo de los tigres fueron obsequiadas como regalo caro o fueron vendidas en el mercado negro.
En agudo contraste, Christo y Wilkinson se esfuerzan por revertir esa depravación, la tendencia popular de dominar las fuerzas de la naturaleza. Como artistas y conservacionistas, ellos en vez de eso, nos animan a entender e “incorporar esas fuerzas”.
Luz depredadora
Leyendo a Christo, y al tercer y último libro de Wilkinson, “En luz depredadora: leones, tigres y osos polares” (revisión)- una de las mejores 10 fotografías de la naturaleza y títulos del 2013, se convierte en una experiencia intuitiva, cinematográfica del Amazonas, llevando al lector a un lugar y tiempo en que los humanos y depredadores convivían pacíficamente. Christo y Wilkinson lo llama tregua.
“Los leones van al pozo de agua durante la noche y los hombres del bosque van a beber durante el día, cuando hace calor y nunca están en antagonismo”, escribió Christo. Hay un cuento de un tigre en el bosque de Giren India, que con regularidad bajaba por el templo de sadhu para escuchar el toque de campanas cada noche.
Christo y Wilkinson toman fotografías en blanco y negro, ellos no las alteran, y revelan sus imágenes a partir de negativos de celuloide. Para ellos las imágenes tienen una belleza natural.
La pareja podría esperar días o incluso semanas para fotografiar un tigre. “Lo que pasa con el tigre es: usted puede ir en busca de un tigre, pero no va a encontrarlo, él va a elegir revelarse por sí mismo”, dice Wilkinson. La pareja manejaría por el bosque durante horas y horas en el Parque Nacional Bandhavgarh, de India. Luego, en el momento más inesperado de repente aparece un enorme, vibrante, tigre. En segundos Wilkinson difícilmente conseguiría tener su cámara lista antes de que el tigre desapareciera en el bosque, tan rápido como había aparecido.
Al describir su encuentro, ella transmite cómo los depredadores establecen el respeto. “Directamente le miran, parecen examinar su alma, ambos revelan complicidad y amenaza. No juegues con ellos, incluso si deseas rascarles por detrás de la oreja”, dice Wilkinson.
En sus ambientes naturales los depredadores no se inclinan a matar como los seres humanos que lo hacen por pura diversión o dinero de sangre. “Entendemos ahora el desorden que estamos viviendo en el mundo entero, los niños están sufriendo, es porque no tenemos esa relación milenaria con el mundo orgánico”, dice Christo.
Viajando a la infancia
Christo se encontró con ese mundo orgánico a una edad temprana. Creció yendo y viniendo a través del Atlántico entre Francia, Túnez, y Nueva York.
En París su familia vivía cerca del Museo Guimet, que estaba lleno de objetos asiáticos; vivía en un pequeño castillo con un montón de libros al norte de Francia; en la ciudad de Nueva York, vivió en un altillo con ratas corriendo y jugando con pinceles de su padre; vio a los beduinos en el sur de Túnez, comió cuscús, y nadó con su tío favorito. A estas y otras residencias él las llamó temporales “un poco de lo mejor del Nuevo y Viejo Mundo”.
Contempló las colinas volcánicas Chyulu vistas del Kilimanjaro, y un desfile de elefantes que justo pasan por su carpa. Por la noche oyó el rugido de los leones. “Es una explosión acústica que convoca al inicio de los tiempos”, él los recuerda. Dice que la experiencia toda “se moverá en su espíritu por el resto de su vida”. Esa experiencia, más grande que él mismo, fortaleció el carácter de Christo, y le inculcó un sentido de propósito.
A pesar, o quizás debido a su extraordinario conocimiento y experiencia de viajes, Christo tiene una actitud humilde. “Yo no estaba entrenado para hacer cualquier cosa, pero quería verbalizar inquietudes, para tratar de recordar a la gente lo extraordinario que es el mundo”, dice. De alguna manera ha aprendido más de los viajes que de sus estudios en la Universidad de Columbia, donde se sintió “un poco incómodo”.
Lecciones de ancianos
Christo y Wilkinson desarrollaron un inmenso aprecio por la naturaleza en su marcado contraste con un mundo donde la gente piensa que perdería sin sus teléfonos inteligentes y otros dispositivos, en los que la obesidad está en aumento, y donde los niños pasan más tiempo jugando juegos de video que jugando al aire libre.
Descubrieron que los masai, pueblo semi nómada en Kenia y Tanzania, ni siquiera tienen un término para ‘naturaleza’ porque los Maasai no ven una separación. Ellos saben cómo cultivar en desiertos y matorrales. Sus habilidades de supervivencia inestimables pueden, finalmente, ser reconocidas como una manera de hacer frente al cambio climático.
Al igual que los masai, los inuit, de las regiones árticas entienden que todo es recíproco. “La fuerza de la vida para los inuit es también parte de la mente. Si usted no respeta el clima, le afecta su mente. Si no respeta al oso polar, su espíritu se siente mal”, dice Christo.
Un bebé de Bush al sur de África recibe el nombre de la primera estrella vista en su nacimiento, dice. Esta estrecha conexión con el cosmos se pierde en un ambiente urbano. En la gran ciudad, las luces de ésta eliminan la luz de las estrellas.
Hoy en día, las personas son incapaces de ver el cuadro completo. Christo dice que sólo vemos pedazos de lo que es importante. “Los ancianos de Samburu, tienen su tótem llamado elefante, dijeron que nosotros en el mundo moderno estamos interesados en partes del cuerpo”.
La gente mata tigres por su piel, o garras, dientes, huesos, bigotes, y cualquier otra parte para hacer medicinas. Los cazadores furtivos matan a los elefantes por algo relativamente pequeño del cuerpo: sus colmillos. El negocio ilegal del marfil alcanza la mitad de mil millones de dólares en beneficios anuales (vídeo: Marfil de Dios).
“Lo que se pierde es la asociación con la vida. El mundo moderno no honra verdaderamente cualquier cosa, para ser franco, honra al beneficio y eso es algo que le está costando la fuerza de vivir en sí. No seremos capaces de sobrevivir sin otros seres”, dice Christo.
Los humanos y otros seres vivos dependen de un entorno de supervivencia. “No hay cantidad de dinero que pueda reemplazar a una especie, un ecosistema, un río, lo que nos da la Amazonia, el fitoplancton. “Parece que estamos atrapados en una actitud de escasez con la falsa suposición de que el beneficio sólo puede ser adquirido a través de la destrucción.
Aunque el informe del IPCC, elaborado por 1.250 expertos, da una evaluación sombría, asegura que una catástrofe del cambio climático se puede prevenir, sin sacrificar la calidad de vida. Si tenemos la fuerza de voluntad, tenemos la capacidad y la tecnología verde para cambiar el rumbo. Incluso podría ser rentable, de una manera sostenible. Kerry el Secretario de Estado sostiene que el mercado global de energía representa una oportunidad de 6 billones dólares y que la inversión en el sector energético podría alcanzar casi 17 billones de dólares para 2035.
Pero para voltear esa marea, se requiere de una acción concreta, y la acción sólo puede surgir de una comprensión más amplia de la naturaleza y de nosotros mismos. Christo recuerda: “Los ancianos nativos americanos dicen: ‘No luchen contra ustedes mismos, ya que tendrán suficiente que hacer frente a la madre naturaleza’”.
El cambio climático contribuirá a la intensificación de los problemas de seguridad en el mundo, como la lucha y las peleas por los recursos, como el agua, informes del IPCC galardonados con el Premio Nobel de la Paz.
Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos: “¿Qué tipo de relación queremos?” Por qué estamos creando una sociedad que destruye las relaciones. ... La alienación también está con esos otros seres que no son humanos pero que tienen una inmensa cantidad de cosas que enseñarnos acerca de lo que somos”, dice Christo.
Esos depredadores nos mantienen bajo control. Si eliminamos a los últimos depredadores de la tierra, los seres humanos estarán en peligro de auto canibalizarse, argumenta Christo. “Nuevamente tenemos que honrar la existencia o de lo contrario ni siquiera tendremos oportunidad de sobrevivir. De algún modo vamos que tener que asegurarnos para no estrangularnos entre nosotros. No estamos manejándolo bien”, añade.
Superando obstáculos, creando para el futuro
La exaltada voz de Christo también muestra un indicio de ansiedad y frustración por los obstáculos que ha confrontado. Él lo llama una “increíble estrechez de mente por la falta de imaginación” de quienes no están preocupados por el cambio climático. Él quiere asegurarse de que la tierra será sostenible para su propio hijo y para el futuro de todos los niños.
Christo y Wilkinson ahora están buscando financiar un largometraje, titulado “Trueno al caminar: La decisión final del elefante africano”. Ellos planean crear una visión personal sobre la base de sus encuentros con la gente nativa del este de África y la importancia del elefante para la condición humana.
Christo y Wilkinson dicen: “Vamos a ir mucho más lejos con esta próxima película. El futuro de los elefantes, ¿qué tiene que ver con el futuro de la infancia? La respuesta es: ¡Absolutamente todo! La civilización se mantendrá o caerá al dorso del elefante africano”.
Para obtener más información acerca de Cyril Christo y Marie Wilkinson:http:/www.christoandwilkinsonphotography.com/
http://www.lagranepoca.com/31575-vida-silvestre-da-una-llamada-atencion-para-nuestra-supervivencia
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