Según el estudio, publicado en la revista médica británica ‘The Lancet”, este esfuerzo posibilitaría evitar y atrasar la muerte prematura de más de 16 millones de personas de entre 30 y 70 años a escala del planeta, así como de 21 millones de entre los mayores de 70 años.
Reducir el consumo de tabaco, alcohol y sal, así como detener el alza del número de personas obesas y diabéticas figuran entre los objetivos de vida más sana que deben ser respetados para evitar muertes prematuras.
Las poblaciones con ingresos bajos y medios son las más beneficiadas de estos esfuerzos, con 31 millones de muertes prematuras evitadas o
atrasadas, dijo el autor principal del estudio, el profesor Mayid Ezzati.
Según este especialista de salud, nutrición y medio ambiente, cumplir estos objetivos acentuarían la caída de la mortalidad en las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias crónicas, cáncer de pulmón y de estómago.
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