Vlad Tepes, el personaje histórico que inspiró la historia de “Drácula”. (Wikimedia Commons) |
De acuerdo con el informe en Hurriyet Daily News, sus restos están en el cementerio de Piazza Santa María la Nova, en Nápoles, y no en los Alpes de Transilvania de Rumania, como se pensaba.
Vlad III, príncipe de Wallachia, nació entre 1428 y 1431, probablemente en Sighişaora, Transilvania. Su apelativo, “Drácula”, significa dragón y deriva de la pertenencia de su padre, Vlad II Dracul, a la Orden del Dragón, una orden de caballeros para la defensa del cristianismo en Europa del Este contra los otomanos, por lo que el joven Vlad era conocido como Drácula o “el hijo del dragón”.
Aunque Vlad fue conocido en toda Europa por su crueldad, fue su método
favorito de ejecución lo que le aseguró su lugar en la historia y le dió el nombre de Vlad Tepes (‘Vlad el Empalador’). Se dice que al retirarse de una batalla contra los otomanos en 1462, Vlad los empaló y exhibió a unas 20.000 personas en las afueras de la ciudad de Targoviste como advertencia a las fuerzas otomanas que lo perseguían. Este ataque psicológico funcionó, ya que se afirma que el espectáculo fue tan macabro que los otomanos, después de ver la magnitud de la masacre de Vlad y los miles de cadáveres putrefactos de los que se alimentaban los cuervos, retrocedieron y se retiraron a Constantinopla.
Tallado en madera de 1499 que representa a Vlad III cenando entre cadáveres empalados. (Wikimedia Commons) |
Se desconocen la fecha exacta, la causa y el lugar de la muerte de Vlad, pero se cree que fue entre octubre y diciembre de 1476, cuando desapareció en la batalla. Sin embargo, se sabe que su cabeza fue llevada a Constantinopla como trofeo. Su hija María, por su parte, fue enviada a la Corte Napolitana, cuya familia gobernantes era aliada de su familia, fue adoptada y finalmente se casó con un noble napolitano.
Expertos de la universidad de Tallin dicen haber descubierto pruebas que sugieren que el conde fue tomado prisionero, luego lo enviaron con su hija en Italia y luego fue enterrado en una iglesia de Nápoles. La evidencia proviene de una antigua lápida descubierta en la Plaza Santa María la Nueva de Nápoles, el mismo cementerio donde enterraron a su hija y a su yerno, cubierta de imágenes y símbolos de la Casa de los ‘Cárpatos’ de Transilvania.
“Cuando miramos las esculturas en bajo relieve, el simbolismo es evidente. El dragón representa a Drácula, y las dos esfinges opuestas representan a la ciudad de Tebas, también conocida como Tepes. En estos símbolos está escrito el nombre del conde Drácula Tepes”, dijo el historiador medieval Raffaello Glinni.
Se necesitan más investigaciones para confirmar la identidad de los restos hallados en la tumba, pero si realmente es Vlad el Empalador, sin duda se convertirá en uno de los descubrimientos históricos más significativos de este año.
http://www.lagranepoca.com/32219-habrian-encontrado-restos-dracula
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