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Varios estudios científicos han descubierto que sonidos u olores específicos nos pueden ayudar a mejorar ciertas habilidades mientras dormimos.
Aprender palabras extranjeras
Científicos suizos han realizado un experimento en el que un grupo de nativos de alemán comenzó a estudiar el neerlandés empezando con un vocabulario básico. Algunas de las personas escucharon estas palabras en su sueño, y se ha descubierto que eso les ayudó a identificarlas y traducirlas luego con mayor facilidad en comparación con las personas que no habían utilizado esta técnica.
Perfeccionar habilidades musicales
Perfeccionar habilidades musicales
Investigadores estadounidenses han llevado a cabo un experimento con un
grupo de personas que estaba aprendiendo a tocar la guitarra. Los que seguían escuchando la melodía con la que estaban trabajando mientras dormían mejoraban su interpretación con mayor rapidez que las personas que no lo hacían.
Evitar olvidar recuerdos específicos
grupo de personas que estaba aprendiendo a tocar la guitarra. Los que seguían escuchando la melodía con la que estaban trabajando mientras dormían mejoraban su interpretación con mayor rapidez que las personas que no lo hacían.
Evitar olvidar recuerdos específicos
Científicos estadounidenses han comprobado que las personas que durante el sueño escuchaban sonidos asociados a unos recuerdos específicos tenían mayor capacidad para retenerlos en la mente.
Un grupo de voluntarios colocaba iconos en el escritorio del ordenador en un lugar concreto. Al mismo tiempo, el ordenador estaba programado de tal manera que emitía un sonido específico al colocar cada objeto. Después, los voluntarios escucharon estos sonidos en su sueño y se ha descubierto que ello les ayudó a acordarse de todos los objetos.
Anteriormente, los mismos resultados se habían obtenido en un experimento similar, pero que, en lugar de sonidos, utilizaba olores.
Un grupo de voluntarios colocaba iconos en el escritorio del ordenador en un lugar concreto. Al mismo tiempo, el ordenador estaba programado de tal manera que emitía un sonido específico al colocar cada objeto. Después, los voluntarios escucharon estos sonidos en su sueño y se ha descubierto que ello les ayudó a acordarse de todos los objetos.
Anteriormente, los mismos resultados se habían obtenido en un experimento similar, pero que, en lugar de sonidos, utilizaba olores.
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