Se trata de una oportunidad, de perder la fe en todos los significados que se te dieron, en todos los valores de segunda mano, en todas las creencias que alguna vez usaste para protegerte de la experiencia de vida inmediata, de primera mano, y una invitación para que te encuentres cara a cara con la vida, desnudo. Es una oportunidad para sentirte dispuesto a perder todo.
Palabras como ‘compromiso’, ‘relaciones’, ‘deber’, ‘amor’, ‘iluminación’, incluso ‘felicidad’, de pronto suenan demasiado vacías, demasiado lejanas de nuestra experiencia de vida. Ellas siempre estuvieron distantes, este es el secreto. Siempre estuviste viviendo de PALABRAS, tomaste las PALABRAS como dioses o como metas, y en realidad nunca tocaste la vida que sabías que era posible. (Esa era la ‘depresión’ – tu imaginada separación con todo lo que está vivo dentro de tu corazón.)
Pero recuerda que la vida viene antes que las palabras, amigo. El mundo de las palabras, pensamientos, significados, debe disolverse. Se trata de un
mundo falso, un mundo dual, un mundo vacío y falto de amor. Este mundo jamás fue tu verdadero hogar.
Así que ¡aflígete por este mundo perdido! ¡Llora por el fallecimiento de tu falso hogar, sí! Pero sabe que no hay nada malo contigo – son sólo sueños lo que está muriendo, sólo fantasías que se están consumiendo en el fuego de la Verdad, y una nueva vida, una vida mucho más creativa está emergiendo de las cenizas de todo lo viejo.
La depresión no es una patología, date cuenta, no es algo ‘negativo’, y ciertamente no es algo que esté ‘mal’ (porque el universo nunca comete errores), es más bien el incomprendido camino de los valientes. Es un camino espiritual que exige todo de nosotros. Necesita que nos detengamos, que realmente hagamos un alto, y que veamos la vida de frente. Que nos cuestionemos todo, absolutamente todo, y que no creamos nada que no esté vivo dentro de nosotros. Que descubramos lo que en realidad somos, más allá de todas las historias. Que terminemos esa dependencia fundada en el temor en las autoridades externas y que confiemos en nosotros mismos por primera vez. Que recordemos nuestra verdadera naturaleza y que dejemos de estarnos disculpando por todo aquello que vive en nosotros.
No mediquemos nuestra ‘depresión’, adormeciéndonos y haciéndonos cada vez más dependientes de lo que ya somos. ¡No somos ningunos esclavos! Dejémonos abrir, permitamos que el estatus quo se desmorone y abrámonos a una plena experiencia de vida, incluso si esto duele. Abracemos la alegría y el dolor de la existencia, la seguridad y la duda, la felicidad y el aburrimiento. Permitámonos ser la inmensidad en donde todo pueda surgir y desaparecer. Descansemos del cansado juego de buscar algo que jamás podremos encontrar en el tiempo o en el espacio, y dejemos de pretender que la ‘depresión’ es algo más que una cierta clase de conversación con la vida.
Entendamos el profundo llamado de la depresión y terminemos con el miedo que algún día le tuvimos, de una vez por todas.
- Jeff Foster
(Imagen: Depression_by_jxdx)
https://www.facebook.com/132951520106392/photos/pb.132951520106392.-2207520000.1414153644./678855575515981/?type=3&theater
No hay comentarios.:
Publicar un comentario