El Zen no es especial, nuestra práctica de meditación es una buena herramienta y nos ayuda a vivir de manera más clara, sabia y abierta. Una cuestión muy importante en el Zen es que todos tenemos la capacidad de explorar nuestra naturaleza humana y abandonar los tres venenos: deseo, ira e ignorancia.
El Gran Maestro Zen Ko Bong decía:
“Si los abandonas entonces tu verdadera naturaleza es como un espejo claro, como el hielo cristalino, un cielo de otoño o un lago claro. Entonces tu cuerpo y mente se calmarán y estarás en paz. Tu corazón estará fresco como un viento de otoño—sin competiciones”.
La meditación significa trabajar con nuestra mente, todo procede únicamente de nuestra mente y la mente de muchas personas es caótica, nos cuesta concentrarnos. Nuestra mente se mueve mucho, pensando en el pasado o el futuro, muy raramente podemos permanecer en el momento presente. Por eso no experimentamos nuestra vida como realmente es, nuestra mente está muy ocupada, siempre buscando algo. Así que meditar significa parar esto y solo ver, solo oír, solo saborear, solo sentir y solo pensar, en este
momento… ¿qué está pasando?
A medida que practicas, ves que puedes controlar mejor tus pensamientos y emociones, como resultado tu mente no se mueve con los cambios constantes de las condiciones exteriores. Si tu mente no se mueve puedes ver las cosas como son, todo es bello tal como es. Esta belleza viene de la mente que no se mueve; en sánscrito se le llama Samadhi , que significa inmóvil.
Esto es lo más importante, mantener una mente que no se mueve, momento a momento. Solo entonces podemos percibir la verdadera belleza y digerir nuestro entendimiento para que pueda convertirse en sabiduría. Si tenemos sabiduría, podemos encontrar el trabajo humano correcto – ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.
Por Maestra Zen Bon Shim
http://www.revistanamaste.com/%C2%BFque-es-el-zen/
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