Cuando alguien te dice cosas que no quieres escuchar, te reprocha tus peores defectos, te lanza palabras desagradables, siempre tienes la oportunidad de no replicarle de la misma forma. Precisamente ahí reside tu autentica libertad como ser humano: elegir entre infinitas posibilidades, aún en el último segundo, antes de responder en negativo o en positivo.
Muchos de tus problemas tienen su origen en las respuestas agresivas que das ante estímulos que consideras negativos.
Cualquier palabra desagradable, cualquier insulto que te dirijan no tienen poder por sí mismo. No es nada más que una palabra o un gesto. Sólo importa el significado que tú le otorgas. Cuando “te sales de tus casillas” es siempre debido a que “te sales de tus casillas”, no porque la culpa la tenga el otro.
Cuando devolvemos golpe por golpe, lo único que hacemos es agravar
cualquier situación. En momentos así, elije siempre amar. Cultiva la compasión y la paciencia, dale una oportunidad al otro dándotela también a ti.
Realmente, muchas veces es extremadamente complicado devolver lo bueno por lo que creemos malo.
Entrénate en el complicado arte de dar buen ejemplo, para que el otro pueda aprender contigo que hay caminos mucho más enriquecedores y constructivos que la violencia y la enemistad.
Fuente: senderoespiritual.com
Fuente: senderoespiritual.com
http://www.periodicodecrecimientopersonal.com/se-necesitan-dos-para-pelear/
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