27 de abril de 2014

Pueblos curiosos y el trabajo comunal, por todo el mundo.


"La unión nos hace fuertes, y el individuo es importante como parte de un todo." Evaristo Nugkuag Ikanan, aguaruna.

"Debemos trabajar de forma colectiva porque ahí es donde radica nuestro poder y, ademas, actuar así resulta ventajoso". Tanien Ashini, innu.

Para los penan, la peor ofensa social se denomina sihun, que significa no saber compartir. Los yanomami creen que una cazador enfermará si consume su propia caza: el egoísmo es la peor falta. En la vasta estepa de Mongolia, es de mala educación llamar a la puerta y los visitantes simplemente deben entrar y hacer uso de ella de manera libre.

En realidad, por todo el mundo abundan creencias de este tipo, y por eso existen antiguos y tradicionales sistemas de trabajo comunitario, sin esperar nada a cambio más que el bien de todos. "Occidente" no es un caso aparte: está el auzolan en Navarra (donde todavía hay pueblos en los que sigue vigente), la prestación asturiana andecha o el coor irlandés.

El pueblo Todmorden en Inglaterra ha ido más allá: un grupo de visionarios involucró a toda la comunidad a plantar verduras, frutas y hierbas útiles en cada trozo de

terreno disponible. 70 espacios públicos y una red de 280 voluntarios que se turnan y dedican dos mañanas al mes a cuidar de los cultivos. Y todo el mundo (incluidos los turistas) pueden servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha. Incluso el hospital dispone de un jardín de hierbas medicinales.

“Vivíamos en un pueblo sin nada especial, como cualquier otro, abatido por la crisis y por el desempleo”, recuerda la cofundadora Pam Warhurst. “Lo que hemos logrado ha sido no sólo reverdecer nuestras calles, y poner a cultivar a la policía y a los bomberos. Lo más importante ha sido si acaso reactivar el poder la comunidad, y demostrar que juntos podemos”.

En este poder se basa el término Guanxi (relaciones) de China. Una red de relaciones y contactos entre personas, que cooperan entre sí e intercambian favores, y que se consolida a través del respeto, la lealtad y la confiabilidad. Un pequeño ejemplo es el hecho de que aunque China sea tan extenso como Estados Unidos, tiene un solo huso horario. Es la importancia de mantenerse sincronizados.


Huaxi, en China, hace apenas 50 años era una comunidad agrícola pobre de 2000 campesinos. Hoy, es un pujante pueblo que alberga a más de 380 familias propietarias de lujosas casas y buenas cuentas bancarias. Sin embargo, dentro del pueblo, resalta una casita blanca con techo de paja y una pequeña placa. Fue la primera fábrica de tornillos de Wu Renbao, donde trabajaba 14 horas al día, pero con una visión clara: creía en el trabajo comunal para producir riqueza.
Gracias a las buenas relaciones, tomó el mando del pueblo. Creó empresas cooperativas y obligó que los trabajadores, aún obteniendo poco dinero por su trabajo, reinvirtieran el 95% de sus dividendos en la comuna. Pero a cambio recibían la seguridad de llevar una buena vida. Eso sí, los habitantes que salían del pueblo, perdían automáticamente estas ventajas. Todos debían trabajar incansablemente para un estándar de vida elevado para todos.
"Vivimos tranquilamente, trabajamos mucho, pero la nueva generación de Huaxi no es tan sacrificada como la anterior" agrega Pan Zhexin, una empleada.

El trabajo duro no está reñido con el buen vivir. La filosofía de la Suma Qamaña de Bolivia, que se podría traducir como “buen (con)vivir”, es la sociedad buena para todos en armonía con los otros y con la naturaleza (la Pacha Mama). Por eso, la manera de expresar regularmente que alguien es ‘pobre’, es waxcha (o waqcha, en quechua), que literalmente significa ‘huérfano,abandonado’.

Los aztecas ya utilizaban la minka o minga (del quechua minccacuni «solicitar ayuda prometiendo algo»), que hoy los pueblos indígenas de la cordillera andina usan todavía. El caso más llamativo es el del puente peruano de Q'eswachaka, el último puente colgante hecho exclusivamente de fibras vegetales y que se ha regenerado por más de cinco siglos. Y es que cerca de mil personas de comunidades diferentes (Huinchiri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Pelcaro) se reúnen anualmente en su renovación.

Como modo de tejer puentes entre personas de la misma familia humana, está la hospitalidad islámica, la diyâfa. En Uzbekistán hay un dicho "Mehmon otanda ulugh" ("el invitado es más grande que el padre")
De hecho, el Islam significó la primera globalización del mundo: destruyó las fronteras comerciales y garantizó la seguridad de las personas, de modo que pudiesen trasladarse (y trasladar sus conocimientos y sabiduría) de un lugar a otro sin sufrir daños. Así, comerciaban desde Francia, pasando por Antaki, hasta llegar a Bagdad, para bajar por el Tigris hasta Omán, a India y finalmente a China, y todos estos sitios estaban conectados entre sí sin la menor interrupción.


Cappadocia, en Turquía, es uno de los lugares de paso entre numerosas rutas comerciales. Se trata de un depósito de lava entre montañas volcánicas extintas,modelado por miles de años por las lluvias y los vientos... y por los hombres. Fue desde hace miles de años habitada por civilizaciones que construyeron entre todos casas, templos, monasterios, edificios, e incluso ciudades subterráneas. Muchas de las cavernas de Cappadocia continúan habitadas en la actualidad.
Kandovan, en Irán, es un tipo de paisaje y fenómeno geológico similar. Las casas, muchas aún habitadas, fueron excavadas en el interior de las rocas como un modo práctico de resguardarse juntos de las inclemencias del tiempo... y del avance del ejército mongol.

Que el bienestar de uno depende del bienestar de todos lo saben bien en algunas zonas de Sudáfrica. Cuando se desea elogiar a alguien, se le dice que tiene ubuntu, que es una persona que se completa a través de otras. Ello significa que los africanos también invitan de modo cotidiano a desconocidos a sus hogares y los niños se crían con la ayuda de toda la comunidad.
Entre los Masai, la construcción comunitaria de una casa para una nueva pareja recién casada es todo un ritual. Un grupo de mujeres se afanan en la tarea de mezclar adobe y estiércol, ya que son ellas las que construyen las casas oscuras, bajas y sin ventanas, para evitar los mosquitos.

Los Ndebele viven en la región de Transvaal, Sudáfrica y Zimbawe. Tras la pérdida de la guerra contra los Boers, se trasladaron de sus tradicionales cabañas de ramas, destruidas, a otra zona en la que abundaba el barro, y así comienzan a construir casas de adobe y barro. Sus dibujos eran una reafirmación cultural a la vez que un método de comunicación entre tribus. Los dibujos escondían mensajes que sólo los Ndebele comprendían. Las pinturas son realizadas por las mujeres.


Los gurunsi son auténticos arquitectos. Sus casas sukhala son construcciones de adobe que se revisten de barro y excrementos y posteriormente son adornadas con motivos abstractos, que las mujeres de la tribu pintan sobre fachadas y muros para después pulirla con ramas. Aunque lo mejor de la construcción no es el acabado, sino el método: las mujeres cantan a ritmo del trabajo, golpeando la mezcla. Después la regenerarán cada cierto tiempo, porque cada una de sus casas está poblada por los espíritus de sus antecesores y, por ello, tratan de preservarlas durante el mayor tiempo posible, pasando de una generación a otra.http://www.youtube.com/watch?v=NXEVeM_Ythc


El edificio de barro más grande y más antiguo del mundo necesita una capa de lodo cada cierto tiempo. Toda la ciudad de Djenné se une para este evento. Desde la Edad Media, Tombuctú fue un punto de encuentro entre el África negra y los nómadas del desierto, tuaregs, árabes o bereberes. Gracias a la riqueza generada por el comercio, atrajo a estudiosos y arquitectos, que modelaron con el barro del desierto una de las ciudades más impactantes del planeta. La famosa mezquita de Djingareyber se mantiene en pie 700 años después pese a la decadencia de la ciudad, y no es casualidad. Toda la ciudad lo regenera año tras año.

El 1 de abril de 2012, grupos armados de Al Qaeda del Magreb Islámico se hacía con el control de Tombuctú y procedía a la destrucción de mausoleos, considerándolos antiislámicos y sacrílegos, ya que "el hombre debe venerar sólo a Alá”.

“Las cosas van mejor, Alhamdoulilah [gracias a Dios], pero aún queda mucho para que Tombuctú vuelva a ser lo que era”, asegura Baba Cissé, un conductor que tiene serias dificultades para mantener a su familia.




Fuentes:
http://www.lanacion.com.ar/1672766-huaxi-el-pujante-pueblo-de-china-donde-todos-viven-como-millonarios
http://tectonicablog.com/?p=53049

http://sumakkawsay.files.wordpress.com/2009/06/albo_sumaqamana.pdf
http://lagenterula.files.wordpress.com/2011/06/la-cultura-del-auzolan.pdf
http://www.lapatilla.com/site/2012/07/10/comenzo-la-destruccion-de-la-mayor-mezquita-en-mali/
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/24/actualidad/1356352274_604236.html
http://elpais.com/elpais/2013/10/09/eps/1381323026_969117.html
Somos uno: un homenaje a los pueblos indígenas. Joanna Eede.
http://www.elcorreodelsol.com/articulo/el-pueblo-mas-comestible-del-mundo

http://www.elciudadano.cl/2011/01/05/jorge-moraga-antropologo-%C2%ABlas-redes-de-apoyo-y-solidaridad-explican-el-gran-exito-de-los-chinos-fuera-de-su-pais%C2%BB/


http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.ar/2014/02/la-palabra-camina-la-minga-transforma.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...