FAMILIA ESTADOUNIDENSE HACE EL EXPERIMENTO DE LIBERARSE DE LA AZÚCAR POR UN AÑO; SU SALUD SE LO AGRADECE.
Existen algunos indicios para sugerir que nuestra sociedad es adicta al azúcar, aunque esta sustancia podría ser la droga más letal, produciendo una serie de lentas enfermedades. Eve Schaub, su esposo y sus dos hijas se plantearon el desafío de cumplir un año sin tomar azúcar añadida y reportar lo sucedido.
Como se puede ver en el video, el azúcar está en todas partes e intentar dejar de tomarla es un reto muy difícil especialmente si se consumen productos de un supermercado: el pan, la pasta, las salsas y la mayoría de los alimentos procesados tiene azúcar (la zona de los vegetales es un oasis). Puede llegar a ser muy frustrante para una persona que busca alimentarse sanamente vivir dentro de nuestra sociedad; es casi necesario dedicarle la vida a cultivar alimentos y buscar alternativas (además de convertirse en un detective de la letra pequeña de los empaques). Esto se acentúa con el hecho de que además del azúcar refinada, las harinas refinadas y los lácteos no parecen contribuir mucho a la salud del grueso de la población, y, sin embargo, son casi ubicuas en nuestros alimentos —juntos
son lo que algunas personas empiezan a llamar “los tres venenos blancos”.
Schaub narra en su libro Year of No Sugar su odisea dejando esta droga aceptada —huir de restaurantes, rechazar los regalos bienintencionados de amigos o incluso de maestros de escuela— y escribe sobre los beneficios que reflejó su organismo. “Me sentía más feliz, más energética, y mucho menos susceptible a repentinos ataques de humor”. Generalmente creemos que el azúcar es lo que nos mantiene de buen humor, pero al parecer esto es un mito y en realidad nos coloca en una motaña rusa de altibajos. Por otro lado, con sólo la fructuosa que obtenemos de comer frutas es suficiente para mantenernos en un estado de ánimo alto o dulce, y no es indispensable consumir más azúcar.
Los resultados se reflejaron también en que sus hijas faltaron menos días a la escuela y después al probar alimentos con azúcar añadida pudieron reconocer los efectos: dolor de cabeza o incluso un mal sabor. Sus paladares se volvieron más sensibles —de la misma forma que con el tabaco, dejamos de notar lo fuerte que son las dosis de azúcar que consumimos porque estamos acostumbrados. Schaub advierte que los beneficios vienen después de un par de meses por lo que es importante tener paciencia. Recomienda que si bien no es indispensable erradicar completamente el azúcar de una dieta sí es importante tomar conciencia de qué productos tienen azúcar y evaluar si no existen mejores alternativas.
Liberados de su “esclavitud al azúcar”, los Schaub ahora limitan su consumo. De repente se regalan algún postre o algún alimento azucarado especial. “Esa es la forma en la que el azúcar alguna vez era consumida en nuestra sociedad”, dice Schaub.
http://pijamasurf.com/2014/04/que-pasa-cuando-dejas-de-tomar-azucar-un-ano/
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