23 de diciembre de 2013

¿Está la telepatía en conflicto con la ciencia?

Desde el premio Nóbel de Física de 1904 a la fecha notables científicos piensan que no.

Por Chris Carter











Recientemente, el periodista Steven Volk se sorprendió al saber que el destacado psicólogo escéptico Richard Wiseman admitió que la evidencia de la telepatía es tan buena que “está comprobada mediante los estándares de cualquier otro campo de la ciencia". Volk escribió “Lo que es aún más increíble, como publiqué en Fringe-ology, es que otro escéptico, Chris French, concuerda con él”.

Volk probablemente se sorprendería más si supiera que en 1951, el psicólogo Donald Hebb escribió:

"¿Por qué no aceptamos la PES (Percepción Extrasensorial) como un hecho psicológico? [El Centro de Investigación Rhine] ofreció suficiente evidencia para convencernos… Personalmente, por el momento no acepto la PES porque no tiene sentido. Mis criterios externos, tanto de la física como de la fisiología, dicen que la PES no es un hecho, a pesar de la evidencia conductual que se ha reportado. No puedo ver cuáles son las otras bases por las cuales mis colegas la rechazan… Rhine todavía podría estar en lo cierto, por más improbable que yo lo crea, y mi rechazo a su punto de vista es, en un sentido literal, un prejuicio”.

Cuatro años más tarde, George Price, por entonces un investigador asociado del Departamento de Medicina de la Universidad de Minnesota, publicó un artículo en la prestigiosa publicación Science que comenzaba:

“Los creyentes de los fenómenos psíquicos (psi)… parecen haber

ganado una victoria decisiva y prácticamente dejaron a la oposición sin palabras… esta victoria es el resultado de una cuidadosa experimentación y argumentos inteligentes. Decenas de experimentadores han obtenido resultados positivos en los ensayos de PES, y los procedimientos matemáticos han sido aprobados por los principales estadísticos… Contra toda esta evidencia, casi la única defensa que queda a los científicos escépticos es la ignorancia”.

Pero George Price cuestionó, “La PES es incompatible con la teoría científica actual”, y preguntó:

“Entonces, si la parapsicología y la ciencia moderna son incompatibles, ¿por qué no rechazar la parapsicología?... La decisión es creer en algo que es ‘realmente revolucionario’ y ‘radicalmente contradictorio al pensamiento contemporáneo’ o creer que se trata de un fraude y un autoengaño. ¿Qué es más razonable?”

Entonces aquí tenemos dos escépticos admitiendo efectivamente que si se tratara de cualquier otro campo de investigación, los datos experimentales se hubieran impuesto en 1950.

Al igual que Price y Hebb, tanto Wiseman como Frenchsostuvieron que la telepatía es tan extraordinaria que necesitamos un nivel de evidencia mayor del que normalmente se requiere. ¿Por qué debería ser así? La mayoría de la gente cree en la realidad de la telepatía en base a sus propias experiencias, y se sorprenden de que la telepatía se considere “extraordinaria”.

Es aún más sorprendente que las encuestas muestren que una gran proporción de científicos aceptan la posibilidad de que exista la telepatía. Dos encuestas, una de más de 500 científicos y la otra de más de 1.000, descubrieron que la mayoría de los encuestados consideraban a la PES “un hecho establecido” o “una posibilidad probable” –56% en un grupo y 67% en el otro.

Encuestas como estas sugieren que la mayoría de los científicos tienen curiosidad y una mente abierta acerca de esto. Sin embargo, no parece ser el caso en el campo de la psicología. En el estudio anterior, solo el 3% de los científicos naturales consideran la PES como “algo imposible”, en comparación con el 34% de los psicólogos.

De hecho, los más escépticos sobre las capacidades psíquicas, como Wiseman, French, James Alcock, Susan Blackmore y Ray Hyman, son psicólogos. Una excepción es el biólogo Richard Dawkins, pero al igual que Wiseman y French, ha comentado que la existencia de la telepatía “revolucionaría las leyes de la física”.

¿No cuadra con otros campos científicos?

El psicólogo James Alcock escribió recientemente que las afirmaciones de la parapsicología “desafían la visión científica moderna. Esto en sí mismo no significa que la parapsicología sea un error, pero como señaló el eminente neuropsicólogo Donald Hebb, si se demostrara que las afirmaciones de la parapsicología son ciertas, entonces, la física, la biología y la neurociencia están horriblemente equivocadas en algunos aspectos fundamentales”.

Pero ni Alcock, ni Hebb, ni Wiseman, ni French se molestaron nunca en explicar cómo las afirmaciones de la parapsicología “desafían” a la ciencia, o cómo “la física o fisiología explican que la PES no es un hecho”.

En realidad, es raro que un escéptico apoye sus opiniones con ejemplos concretos. Tal como muestro en mi nuevo libro “El fenómeno psíquico y la ciencia”, en esas raras ocasiones en que lo hacen, invariablemente invocan los principios de la física clásica, que hace más de tres cuartos de siglo que ya se sabe que son fundamentalmente incorrectos.

Sin embargo, un número de importantes físicos tales comoHenry Margenau, David Bohm, Brian Josephson y Olivier Costa de Beauregard han señalado repetidamente que no hay nada en la mecánica cuántica que impida los fenómenos psi. Costa de Beauregardincluso sostiene que la teoría de la física cuánticaprácticamente requiere que existan los psi. Y el físico Evan Harris Walker ha desarrollado un modelo teórico de psi basado en la formulación de la mecánica cuántica de Von Neumann.

Esto entonces desacredita el argumento de 1996 de Ray Hyman (en el Skeptical Inquirer) de que aceptar los psi requeriría “abandonar la relatividad y la mecánica cuántica en sus formulaciones presentes”. La afirmación de Hyman se opone a la del físico teórico Costa de Beauregard,quien escribió: “La mecánica cuántica relativista es un esquema conceptual en el que fenómenos como la psicoquinesis o la telepatía, lejos de ser irracionales, deberían, por el contrario, considerarse muy racionales”.

Como se mencionó anteriormente, la adhesión a una metafísica de la ciencia anticuada parece ser mucho más prevalente entre los psicólogos que entre los físicos. Escépticos como la psicóloga Susan Blackmore prefieren decir que la existencia de psi es incompatible “con nuestra cosmovisión científica” –¿pero cuál cosmovisión científica?

Psi ciertamente es incompatible con la vieja cosmovisión científica, basada en la mecánica de Newton y la psicología conductista. No es incompatible con la cosmovisión científica emergente basada en la mecánica cuántica, las neurociencias y la psicología cognitiva.

Pero incluso antes de que la mecánica cuántica comenzara a sustituir a la mecánica clásica en la década de 1920, muchos físicos estaban mucho más abiertos a la investigación de los fenómenos paranormales que la mayoría de los psicólogos de hoy. Un sorprendente número de los físicos más destacados del siglo XIX expresaron interés en la investigación psíquica, incluyendo a William Crookes, inventor del tubo de rayos catódicos que se usa hoy en televisores y monitores de computadoras; J.J. Thompson, ganador del Premio Nobel en 1906 por el descubrimiento del electrón; y Lord Rayleigh, considerado uno de las más grandes físicos de finales del siglo XIX y ganador del Premio Nobel en física en 1904.

Por supuesto, debido a sus esfuerzos por investigar estos y otros fenómenos inusuales, sus colegas frecuentemente los criticaban y ridiculizaban sin piedad.

Pero la física moderna es muy diferente de la física clásica del siglo XIX, y es tiempo de que los psicólogos escépticos se den cuenta de esto. El conocido psicólogo Gardner Murphy, presidente de la Asociación Americana de Psicología y más tarde de la Sociedad Americana de Investigación Psíquica, instó a sus colegas a conocer mejor la física moderna.

Murphy escribió en 1968: “la dificultad está en el nivel de la física, no al nivel de la psicología. Los psicólogos pueden desconcertarse un poco cuando ven a físicos modernos tomarse con calma estos fenómenos, y de hecho, tomarlos de manera más seria que los psicólogos, es decir que como físicos ya no están limitados por los tipos de distribución de energía de Newton, leyes del cuadrado inverso, etc., a las que los científicos se consideraban muy ligados… Los psicólogos probablemente serán testigos de un período de erosión lenta pero definitiva de la actitud exclusiva que se ha auto-ofrecido como la única actitud científica apropiada en este campo. Lo más probable es que los datos de la parapsicología estarán en armonía con los principios generales de la psicología y serán asimilados fácilmente en el modelo sistemático de psicología como una ciencia, una vez que se deje de lado la física de Newton y la moderna física la reemplace”.

Chris Carter estudió en la Universidad de Oxford y es el autor de “La Ciencia y el fenómeno psíquico: La caída de la casa de los escépticos” (Inner Traditions).


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