Técnicos de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard, han logrado un avance inédito en la inteligencia artificial colectiva, la ciencia que mediante el uso de muchos robots sencillos, logra complejas conformaciones. De momento el enjambre de robots es destinado a realizar figuras geométricas, o algunas letras, lo que concluyen en cuestión de segundos.
Los robots reciben una sencillas instrucciones iniciales, y a partir de ello ya ningún humano interviene ni siquiera para corregirlos: dos autómatas van marcando la pauta y agregando o modificando instrucciones de lo que debe diseñarse.
Desde el punto de vista de los algoritmos, se trata de un avance exponencial en relación a sus predecesores. Estos pequeños robots son capaces de solucionar sus propios errores, y si se encuentran bloqueados por concentraciones en su punto, son capaces de recibir ayuda de otros cercanos para el desbloqueo. Dos motores vibrantes, les permiten deslizarse en la superficie aún cuando sus tres patas son rígidas, mientras un transmisor-receptor de infrarrojos les permite comunicarse con sus vecinos más
cercanos.
Una tarea individual simple con multiplicación garantida
Para el profano puede parece algo relativamente sin utilidad práctica, pero los tecnócratas lo ejemplifican sencilla y contundentemente: las hormigas solas apenas pueden cargar una hoja, pero cuando se enfrentan a un obstáculo y deben construir un puente, hay variedades capaces de hacerlo, es solo cuestión de tiempo. Para estos robots ocurre exactamente lo mismo. Más allá, apuntan a que el organismo no deja de ser un montón de células individuales, capaces de formar un verdadero ente complejo con potencialidad casi infinita en relación a la individualidad celular.
http://www.lr21.com.uy/tecnologia/1232944-harvard-mil-robots
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