En primer lugar decir que cada uno tiene su receta, porque la tenemos, solo no sabemos (no recordamos) donde buscar. Siempre metidos y enfrascados en preocupaciones y que todo está mal (o casi) y buscando salidas en razones superficiales. Pero la receta está, y van saliendo los ingredientes a medida que callamos la mente y nos abandonan esos pensamientos que nos meten en el juego del ego. La receta que les voy a compartir es desde mi experiencia y cada uno debe encontrar la suya en base a los ingredientes que las vivencias nos fueron alcanzando, pero de seguro, a medida que nos vamos encontrando, al final del camino coincidiremos. Paso a detallar.
1er. ingrediente: El Perdón. Cuando en la vida andamos pesados, remachados contra el suelo, cargados y con una presión que nos hunde en el fondo del barro y parece que remamos el bote en un mar de lodo espeso, tómate un tiempo, relájate y repasa tu vida, verás que hay algo-alguien a quien perdonar. Permíteme una aclaración: este “algo-alguien” no es nadie o nada
en particular, quizás tu mente te lleve a encasillarlo en una persona o circunstancia pero debes saber que este Perdón nos reconoce como creadores divinos de toda nuestra vida, lo que aquí llamamos pasado, presente, futuro y es por eso que este Perdón va primero “hacia adentro” nuestro, madura, crece y brota del interior hacia los demás. Este Perdón es simple, sin vueltas ni justificativos. El Perdón del que hablo es aquel que te hace lagrimar cuando lo das y lo ofreces del Corazón que quiere salirse del pecho cuando lo sientes y es así porque queremos ensanchar nuestro Amor. Este Perdón viene de la sabiduría que comprende amorosamente que todos somos compañeros en el mismo barco y que la vida es una ruleta hermosa para compartir experiencias y que lo que pasó… pasó y ya no me causa dolor. Perdono desde el Amor, no desde el ego que busca ponerme por encima del otro. Perdono porque este Perdón es la herramienta que me ayuda a soltar los vagones que me impiden alivianarme. Este Perdón es tan poderoso que al sentirlo libero y sano mi relación con todos y conmigo. Me perdono. Soy Consciencia y perdono, perdono y soy Consciencia. Experiméntalo, seguro lo encuentras en tu receta.
2do. ingrediente: La Aceptación. Todo tiene su lugar en el puzle maravilloso de la Vida. Si crees que vives algo injusto es una oportunidad para acercarte a la Vida Plena ¿cómo?, aceptando. Sé que no es fácil, por ahí anda la mente-ego de nuevo haciéndote pelear con todo y todos. Esta Aceptación no es resignación, esto lo entendemos cuando logramos aquietar la mente y empezamos a “Sentir” las cosas, sentimos que aceptando firmamos un pacto de Paz con nosotros mismos que cumplimos desde el Corazón con nuestra Esencia Divina, ya que todo lo creamos desde allí, solo que no lo vemos así y vivimos engañados culpando a otros y a las circunstancias por nuestra “suerte”. Acepta y verás que pasas a percibir lo que te pasa desde esa armonía y tranquilidad que esperas y añoras. Acepta consciente para gozar. Acepta y sé paciente. Todo a su tiempo. ¿Encuentras entre tus ingredientes la Aceptación?
3er. ingrediente: La Confianza. El miedo que está presente en nuestras vidas hace que la Confianza sea un ingrediente indispensable en esta receta para una Vida Plena. La Confianza es el combustible que alimenta el motor de todo buscador. “Confío… luego existo”. Y persevero en la confianza porque “siento” la perfección de cuanto es. Como aquel no vidente que confía y agudiza sus sentidos para caminar, confiemos y agudicemos nuestro “Todo” para encontrar. La Confianza es hacia nosotros mismos porque ya estamos “despertando” ¡ahora sí! Doy el paso, me lanzo, salto y confío, no veo… pero siento y confío, no escucho… pero siento y confío. Dudo… entonces recuerdo y confío. La Confianza es Paz, es animarse a cumplir nuestros sueños sin peros, es empezar a hacer nuestra Vida Plena desde el Amor donde esta Confianza borra todas las dudas del temor. Sazona tu vida con mucha Confianza. ¿Estás preparado?
Cuando avanzas por la vida combinando estos ingredientes iluminas todo con la Luz del Corazón y la Vida Plena va aflorando a cada paso, entre penurias y olvidos vas encontrando perlas divinas de Amor que te muestran que la Vida Plena que tanto buscas ya la vives. Sólo es cuestión de encender tu Luz para que el resplandor aclare tu andar y el de todos. Ya es tiempo.
Autor: Diego Alcalde (alcalde.diego@hotmail.com)
http://emiliocarrillobenito.blogspot.com.ar/2015/05/receta-para-una-vida-plena-perdon.html
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