En el acontecer diario de tareas y rutinas , algunas necesarias otras no tanto, solemos poner el automático para terminarlas rápidamente y legamos a la inconsciencia cosas esenciales en la relación con nuestros principales maestros…los seres que nos cruzamos a cada momento, ya sea hijos, amores, padres, vecinos, compañeros de trabajos, jefes, asistentes…como es mirarles a los ojos, buscando el mensaje de la mirada.
Tan importante, que diría que no conoces a quien tienes a tu lado si no le has mirado a los ojos…porque el cuerpo físico sirve de disfraz a un alma compañera que se comunica principalmente a través de la mirada, por su relación con el tercer ojo y las glándulas del cerebro que operan al unísono con “lo que somos”.
El alma tiene un campo de emanación amplio y brillante, pero que frecuentemente se ve oscurecido o modificado por cada pensamiento o emoción discordante o no que emitimos o absorbemos…pero la mirada…la mirada guarda ese cofre sagrado de energía que emerge cuando miramos a un ser profundamente a los ojos, con la intención de conectar nuestra alma a la suya.
¿Nunca les ha pasado arrobarse ante la mirada de un bebé’? ¿Nunca han
sentido una corriente energética de reconocimiento y familiaridad al mirar a los ojos, al pasar, de un Ser, a veces aparentemente desconocido?
¿No han captado la tristeza, el amor, el miedo, un pedido de ayuda en la mirada de alguien?
Cuando vulgarmente se dice que los ojos son la expresión del Alma, no se está demasiado errado…basta pensar en que quien miente o se siente avergonzado ante alguien, baja la mirada, en cambio quien se siente centrado y fuerte, contento y satisfecho , seguro y digno, sostiene la mirada sin problemas. He aquí algo para tener muy en cuenta.
La mirada, no los ojos en sí, reflejan el estado interno del Alma en un momento dado, por eso es fácil descubrir cuando alguien nos miente, especialmente los niños, mirándole a los ojos. Porque el Alma no avala la mentira, los dobleces y las acciones humanas desprovistas de sinceridad y buena fe.
Los médicos y terapeutas debieran recordar éste medio de reconocimiento. El cuerpo puede ser esquivo en lo que manifiesta, la palabra del paciente estar perturbada o modificada, pero su mirada te acercará siempre al Alma de quien está delante tuyo.
Y el punto más importante es…que podemos irradiar Amor, sanación, bendición, apertura, calma…y todo lo que portamos, a través simplemente de una mirada. Así serán en el futuro las sanaciones…empleando la presencia, la mirada, la irradiación sin tocar físicamente al otro…
ESO ES PODER DEL ESPIRITU USANDO AL ALMA COMO VEHÍCULO!
Entonces, ya consideramos al menos tres razones importantes para volar con nuestra mirada hacia la del otro y anidar en ella hasta comunicarnos alma a alma…
1-Contactarnos y reconocernos-
2- Saber o intuír lo que aqueja a esa alma
3- Irradiar a través de nuestra mirada hacia la suya lo que sentimos como tarea: AMOR, PAZ,ESPERANZA, SANACIÓN.
Nunca subestimemos los caminos de expresión y manifestación del Alma. La mirada es solo uno de ellos, uno importante, que hace que todas nuestras relaciones y nuestra vida cambien y se profundicen.
Como siempre, les invito a ponerlo en práctica. Una espiritualidad no practicada…es siempre materia pendiente.
MI CORAZÓN LES ABRAZA SIEMPRE!
Tahíta
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