Funcionario de salud recogiendo animales muertos de Casanare, Colombia. Imagen vía twitter de Jairo Tarazona @JairoRepor el 27 de marzo. |
Una crisis ambiental se presenta en los llanos de Casanare, Colombia, con la muerte de unos 20.000 animales por falta de agua. La fiscalía, procuraduría y comisiones del congreso iniciaron investigaciones para determinar causas y posibles responsables de los hechos denunciados por organismos oficiales como el Instituto Geográfico, Corporinoquia y el alcalde de Paz de Ariporo, entre otros.
La intensa sequía ha llevado a que venados, babillas, armadillos, tortugas, peces y el ganado vacuno mueran convirtiendo las sábanas del nororiente del departamento, en un paisaje dantesco y en un desierto. (Foto, (Foto)
A ellos se suma el chigüiro, también conocido como“carpincho”, una especie de roedor de Sudamérica, que puede llegar a pesar 60 kilogramos, y “que ha sufrido los peores estragos por ser un animal que requiere para su vida diaria la presencia de agua en la que desarrolla actividades vitales dentro de ella”, afirmó Ricardo Combariza, funcionario de Corporinoquia, corporación que ejerce la autoridad y vigilancia ambiental en esta zona.
Según un reporte oficial emitido el 4 de abril, por la oficina de prensa del municipio de Paz de Ariporo, lugar de los hechos, se dispusieron 5.807 animales muertos en fosas comunes, por los frentes de trabajo de diferentes entidades, dispuestos para atender la emergencia y que continúan en la labor para evitar epidemias.
La Fiscalía general inició una indagación contra posibles responsables y comunicó el 25 de marzo, un plan de acción, respondiendo de esta forma a una presión mediática que se extendió durante dos semanas.
"La situación que se investiga en contexto maneja dos teorías: una por calentamiento global y otra por la captación de las fuentes hídricas por parte
de diferentes empresas que funcionan en la zona", dijo la Fiscalía.
Según el concepto técnico del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), publicado el 31 de marzo con ocasión de esta calamidad, existen cinco “pecados” (*) o factores de impacto que podrían haber desencadenado la tragedia ambiental en Casanare.
Uno de ellos es el impacto que realizan en su actividad exploratoria y de extracción las petroleras, sin embargo también se considera importante la intervención agropecuaria en los páramos que afecta los nacederos de las aguas y la ganadería en exceso, que termina por compactar los suelos.
Los restantes “pecados” mencionados por el IGAC son las características de los suelos, “tipo ácidos y arenosos” que no retienen el agua.
Helena Sarmiento, Ministra de Medio Ambiente afirmó que “el tema de Casanare no fue la tragedia que presentaron” aduciendo un tema mediático, y que en los “últimos cuarenta años se han presentado siete casos similares”, dijo el 1 de abril en declaraciones a El Espectador.
Por su parte el exministro y conocido ambientalista Manuel Rodríguez Becerra afirmó que diversos sectores académicos y habitantes han venido "haciendo un SOS sobre la forma irresponsable como se viene adelantando la transformación de Casanare hacia la agroindustria, la minería y la actividad petrolera", según declaraciones en el diario El Tiempo el 30 de marzo.
Rodriguez añadió “que la arrogancia y la búsqueda de lucro, sin importar sus costos ambientales, han dominado el escenario” catalogando a los ambientalistas “opositores del progreso” por parte de dirigentes públicos y del sector privado”.
Juan Antonio Nieto Escalante, director del Instituto Geográfico IGAC, en su reporte concluyó que “todos los años se presenta sequía, pero por la suma de otros factores en lo corrido del 2014 la tragedia fue monumental”.
En relación al cambio climático como causa de las muertes, “no hay estudios que unan lo que pasa en el Casanare con este problema”, afirmó la revista Semana en su publicación impresa del 30 de marzo.
Sin embargo Andy Jarvis, del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), con sede en Colombia, explicó al diario El Espectador el 22 de marzo, que “vivimos en un planeta golpeado por el calentamiento y lo que hoy está pasando en Casanare es una evidencia más de que cualquier alteración del clima, por pequeña que parezca, puede tener consecuencias devastadoras que cada vez serán más comunes”, sentenció Jarvis.
(*)Los cinco “pecados” denunciados por el IGAC
1: El pastoreo y cultivos agrícolas en los páramos sería la primera causa. Los ríos y cuerpos de agua del municipio de Paz de Ariporo, sitio de la crisis y en general los del departamento del Casanare, nacen en la cordillera oriental, principalmente en el páramo del Cocuy.
2: Ganadería en exceso: Esta zona presenta una compactación “superexcesiva” por el ganado bovino, la cual produce que los poros del suelo se cierren y no pueda filtrar el agua. Por esta razón el recurso hídrico sigue su camino en busca de otras descargas o se evapora, y los suelos se vuelven áridos y erosivos.
3: Los suelos que no retienen agua: a pesar de ser una zona donde llueve mucho en un periodo, el problema está en los suelos, que tienen una baja capacidad de retención de humedad. Cuando acaba la temporada de lluvias, los suelos no son capaces de retener agua para las fuertes temporadas de sequía, razón por la cual el terreno queda seco.
4: Ojo a las petroleras: la Orinoquía colombiana es una “mina de oro” para la industria petrolera que requiere un caudal permanente de agua para su funcionamiento. Además de esto las profundas perforaciones para obtener el oro negro pueden haber afectado, los depósitos de agua subterránea.
5: La calidad de los suelos, que en su mayoría son ácidos, arenosos, con baja fertilidad y con una capa orgánica delgada, clasificados con bien drenados lo cual en esta temporada de sequía no es bueno, al no retener el líquido.
http://www.lagranepoca.com/31448-colombia-investiga-muerte-mas-20000-animales-casanare
No hay comentarios.:
Publicar un comentario