ENERGÍA DEL CORAZÓN
Cuando sentimos una emoción o un sentimiento, de inmediato la relacionamos con el corazón y es que éste, siempre ha sido considerado como e
l lugar donde se centran las emociones.
Cuando un bebé es concebido, el corazón empieza a latir antes de que se forme el cerebro y esto es una incógnita que nos lleva a pensar de donde viene la inteligencia que hace que el corazón lata.
En el Instituto HearthMath de California, se interesaron por estos temas y se dedicaron durante años a realizar numerosas investigaciones innovadoras al respecto. Así se llegó a determinar entre otras cosas importantes que el corazón tiene su propio cerebro, muy pequeño, con unas 40,000 células, pero es el cerebro del corazón. Por lo que se puede hablar de la inteligencia del corazón como una realidad.
También llegaron a concluir que el corazón del ser humano es el más poderoso generador de energía electro magnética de todo el cuerpo, produciendo el campo electro magnético más grande que cualquiera de nuestros órganos.
Se llegó a determinar que el campo eléctrico que generaba el corazón es casi 60 veces más grande que el que genera el cerebro. Este campo, dicen los investigadores, puede ser detectado por el electrocardiograma en cualquier parte de la superficie del cuerpo. Además el campo magnético producido por el corazón es más de 5000 veces más grande en fuerza que el campo generado por el cerebro (dentro del cráneo) y puede ser detectado a varios pies de distancia del cuerpo y en todas direcciones. Su forma se asemeja a la forma de dona de un toroide (tubo toro).
Este campo, no sólo envuelve a cada célula del cuerpo sino que también, teniendo el corazón como eje, se extiende fuera de él dentro del espacio alrededor nuestro y esto ha sido medido con dispositivos muy sensibles. Las investigaciones del Instituto HearthMath sugieren que el campo del corazón es un importante portador de información.
También se encontró una importante información que indicaba que ese campo cardíaco varía de acuerdo a los diferentes estados emocionales. Observaron que las emociones negativas como el miedo, la cólera, estrés, la ansiedad etc.(estados incoherentes) incrementaban alteraciones en el ritmo del corazón y en el sistema nervioso autónomo, lo que afectaba de manera negativa a todo el cuerpo, y el campo se vuelve caótico. Mientras que las emociones positivas como el amor, la gratitud, la compasión, el perdón, en general los sentimientos elevados creaban un incremento de armonía y coherencia en el ritmo del corazón favoreciendo el balance del sistema nervioso e incrementando el campo magnético permitiendo a todos los que nos rodean recibir la información energética contenida en nuestro corazón.
La actividad del cerebro y el corazón, están sincronizados y como consecuencia envían a todo el cuerpo órdenes coherentes, eficaces, inteligentes y totalmente adecuadas a las necesidades del momento. Los resultados de esta investigación, también indican que la actividad eléctrica del cerebro llega a estar más sincronizada durante estados de coherencia. Esto implica que este incremento de sincronización puede alterar la información y ser transformado por el cerebro durante la experiencia de emociones positivas
En suma, -dicen los investigadores- “nuestros hallazgos subrayan esencialmente lo que la gente intuitivamente conoce desde hace tiempo: las emociones positivas no sólo se sienten mejor subjetivamente, sino que tienden a aumentar la sincronización de los sistemas del cuerpo, aumentando así la energía y lo que nos permite funcionar con mayor eficiencia y eficacia.”
Cuando un bebé es concebido, el corazón empieza a latir antes de que se forme el cerebro y esto es una incógnita que nos lleva a pensar de donde viene la inteligencia que hace que el corazón lata.
En el Instituto HearthMath de California, se interesaron por estos temas y se dedicaron durante años a realizar numerosas investigaciones innovadoras al respecto. Así se llegó a determinar entre otras cosas importantes que el corazón tiene su propio cerebro, muy pequeño, con unas 40,000 células, pero es el cerebro del corazón. Por lo que se puede hablar de la inteligencia del corazón como una realidad.
También llegaron a concluir que el corazón del ser humano es el más poderoso generador de energía electro magnética de todo el cuerpo, produciendo el campo electro magnético más grande que cualquiera de nuestros órganos.
Se llegó a determinar que el campo eléctrico que generaba el corazón es casi 60 veces más grande que el que genera el cerebro. Este campo, dicen los investigadores, puede ser detectado por el electrocardiograma en cualquier parte de la superficie del cuerpo. Además el campo magnético producido por el corazón es más de 5000 veces más grande en fuerza que el campo generado por el cerebro (dentro del cráneo) y puede ser detectado a varios pies de distancia del cuerpo y en todas direcciones. Su forma se asemeja a la forma de dona de un toroide (tubo toro).
Este campo, no sólo envuelve a cada célula del cuerpo sino que también, teniendo el corazón como eje, se extiende fuera de él dentro del espacio alrededor nuestro y esto ha sido medido con dispositivos muy sensibles. Las investigaciones del Instituto HearthMath sugieren que el campo del corazón es un importante portador de información.
También se encontró una importante información que indicaba que ese campo cardíaco varía de acuerdo a los diferentes estados emocionales. Observaron que las emociones negativas como el miedo, la cólera, estrés, la ansiedad etc.(estados incoherentes) incrementaban alteraciones en el ritmo del corazón y en el sistema nervioso autónomo, lo que afectaba de manera negativa a todo el cuerpo, y el campo se vuelve caótico. Mientras que las emociones positivas como el amor, la gratitud, la compasión, el perdón, en general los sentimientos elevados creaban un incremento de armonía y coherencia en el ritmo del corazón favoreciendo el balance del sistema nervioso e incrementando el campo magnético permitiendo a todos los que nos rodean recibir la información energética contenida en nuestro corazón.
La actividad del cerebro y el corazón, están sincronizados y como consecuencia envían a todo el cuerpo órdenes coherentes, eficaces, inteligentes y totalmente adecuadas a las necesidades del momento. Los resultados de esta investigación, también indican que la actividad eléctrica del cerebro llega a estar más sincronizada durante estados de coherencia. Esto implica que este incremento de sincronización puede alterar la información y ser transformado por el cerebro durante la experiencia de emociones positivas
En suma, -dicen los investigadores- “nuestros hallazgos subrayan esencialmente lo que la gente intuitivamente conoce desde hace tiempo: las emociones positivas no sólo se sienten mejor subjetivamente, sino que tienden a aumentar la sincronización de los sistemas del cuerpo, aumentando así la energía y lo que nos permite funcionar con mayor eficiencia y eficacia.”
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