15 de septiembre de 2013

El Ego y el Espiritu

A la inmensa mayoría de las personas no les (nos) interesa “lo que es”, sino “cómo se ven” o, qué calidad de imagen proyecta. Les interesa la imagen más que la objetividad. Y así, el hombre de la sociedad se lanza a participar en esa carrera de las apariencias, en el típico afán de ‘quién engaña a quién’, de cómo lograr mejor impresión. El mundo es un inmenso estadio en el que “el orgullo de la vida” juega un gran match de las etiquetas, formas sociales y exhibiciones económicas para competir por la imagen social, un combate en el que a los seres humanos no les interesa ser, sino parecer.

EL ESPÍRITU Y EL SER:
El Espíritu siempre ha sido esquivo. Hemos sido esquivos (as) al Espíritu: “eso son cosas de locos”, dicen los materialistas. El Ser – o Espíritu -, nos sostiene a todos, es nuestra fuente de aliento y vida y, sin embargo, es algo sobre lo cual nuestros padres nos enseñaron muy poco. Juan nos dice: “Ya estaba en el mundo, este mundo que no lo reconoció. Vino a su propia casa y
los suyos no lo recibieron”.
Una antigua escritura de la India nos dice sobre el Espíritu, lo siguiente: ” Un cuchillo no Lo puede cortar, el agua no Lo puede mojar, el Viento no Lo puede alejar, el sol no Lo puede secar”.
Cada molécula del universo esta llena de Ser; cada pensamiento, cada trozo de información que nos llega a través de los cinco sentidos no es otra cosa que Ser. Pero podemos pasar por alto al Ser porque este mantiene un silencio total, como un maestro coreógrafo que nunca participa en la danza. En verdad, El siempre existió y existirá. Sólo necesitamos apertura para estar “en espíritu” o, inspirados.

EL EGO Y EL YO:
Así como hay dos polos en un imán, uno positivo y uno negativo; las personas también cargamos con dos personajes en disputa; uno de ellos es el que se afana por el éxito material y el otro que aspira a elevarse espiritualmente. La descripción brindada por Sogyal Rinpoche en la obra “El libro tibetano del vivir y del morir” explica a las mil maravillas este descubrimiento: “Dos personas han estado viviendo en ti durante toda tu existencia. Una es el ego: charlatana, exigente, histérica, calculadora; la otra es el ser espiritual oculto, cuya queda y sabia voz has oído y atendido sólo en raras ocasiones”.
EL EGO O LA MÁSCARA SOCIAL:
La pequeña palabra “ego” ha tenido varios significados. Para la escuela freudiana es “el aspecto consciente de la psique que decide entre los instintos básicos del ello y la moralidad del superyo”:
Definición muy académica. El estereotipo de este modelo suele ser varón. La persona con “problema de ego” se considera que es jactanciosa, egoísta, desdeñosa, vanidosa y, por lo general, desagradable, o también, la persona dedicada al odio, la malicia y la destrucción. También se ha considerado al ego como algo que está dentro de nosotros, controlando nuestra vida cotidiana, presionándonos para que mostremos una “buena imagen”.
Atención: Se puede ser altruísta y bondadoso para mostrarse ante los demás… y eso también es ego.
Para los fines que nos proponemos, sugerimos otra definición del “ego”: “Consideremos al ego como la idea que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Es decir, que el ego no constituye mas que una idea, una ilusión, pero una ilusión que ejerce gran influencia”. Nadie ha visto al ego. Se trata más bien de un fantasma que aceptamos que controle nuestra vida. El problema es que mantener esta ilusión puede impedirle conocer su verdadero yo, su esencia espiritual.
Opinamos que el ego es una disposición del pensamiento errónea que intenta presentarle como a usted le gustaría ser, en lugar de cómo es en realidad.
En esencia, el ego, la idea de uno mismo, la máscara, el papel que estamos desempeñando; supone una forma distorsionada de afirmar y vivir la existencia. A esta máscara social (el ego) le gusta la aprobación, quiere controlar situaciones y personas, y se apoya en el poder porque vive en el temor.
SUGERENCIAS PARA SUPERAR EL EGO Y ALCANZAR LA CONCIENCIA SUPERIOR:
Las siguientes sugerencias le ayudarán a ponerse en contacto con el ego y superarlo:
* Intente conocer su ego y determinar cuando su ego influye y domina su vida. Pregúntese: ¿Estoy escuchando a mi falso yo o a mi yo espiritual?.
A medida que vaya adquiriendo conciencia de su ego, podrá librarse del egocentrismo y entrar en la conciencia superior.
* Comience a llevar la cuenta de con cuánta frecuencia usa el pronombre “yo”. Al no centrarse en su propia persona estará superando el ego.
* Comience a considerar su ego como una entidad que le acompaña y que tiene un propósito. Es invisible y siempre está a su lado.
Trata de convencerlo de que usted está separado de Dios, de su superioridad respecto de otros, y de que es “especial”. El quiere que usted se sienta ultrajado cuando recibe un trato incorrecto, cuando lo insultan, cuando no lo acarician; ofendido cuando no se sale con la suya, herido cuando pierde en una competición. Primero conoce a esta entidad. Luego se percata de que está obrando en usted. Por último, se libra de ella.
* Escuche a los demás y no se centre en sí mismo. Durante las conversaciones, concéntrese en lo que la otra persona está diciendo y en lo que siente. Luego responda con una frase que empiece por “tú, usted”. Esto se denomina escucha activa. Es una manera de contener el ego y permitir que participe el yo espiritual.
* Resista el hábito de permitir que el ego domine su vida.
Cuanto más se resista a permitir que su ego sea quien controle su vida, más pronto llenará el espacio que antes ocupaban las exigencias de su falso yo.
* Practique la meditación diaria o el acallar su mente para deshacer la ilusión de que está separado del universo y saber que todas las almas son extensiones de la energía de Dios. Comenzará a tratar a los demás como le agradaría que lo tratasen a usted. Se sentirá conectado con todo y con todos.
* Trate de borrar de su mente la palabra “especial”. Especial implica mejor que, o más importante que. Niega que Dios habita en cada uno de nosotros. Todos somos especiales a los ojos de Dios: por lo tanto, nadie necesita la etiqueta de “especial”. No hay favoritos. No se relega a nadie.
Todos somos Uno.
* Escriba un diario. Trate de describir en que le beneficia sentirse ofendido. Lo que lo ofende es obra de su ego. No pretenda que el mundo debería ser como usted es y no como en realidad es.
* Dé más de sí mismo y pida menos a cambio. León Tolstoy, pasó de ser un egocéntrico a ser un servidor de Dios, luego de aprender muchas lecciones y pasar por tribulaciones. Y escribió lo siguiente: “El único significado de la vía es servir a la humanidad”. Sea quien acaricie. Sea quien da cariño.
* Recuérdese cada día que el más alto culto que puede rendísele a Dios es servir a la humanidad, y que mediante ese acto su yo espiritual se sentirá realizado.
* Ponga fin a la búsqueda externa de la libertad y conozca el sabor de la auténtica libertad que es la comunión con su yo espiritual.
La auténtica libertad no necesita nada para demostrar su existencia. Sólo siendo auténticamente libre podrá amar, porque no existe amor sin libertad. La falsa libertad exige que tenga a la mano algo que dé fe de su existencia.
Ego y Espíritu (Fábula)
Dos bebés se encuentran en el útero, confinados en las paredes del seno materno y mantienen una conversación. Para entendernos, a estos gemelos les llamaremos Ego y Espíritu.
Espíritu le dice a Ego:
•Sé que esto va a resultarte difícil de aceptar, pero yo creo de verdad en que hay vida después del nacimiento.
Ego responde-No seas ridículo. Mira a tu alrededor. Esto es lo único que hay. ¿Por qué siempre tienes que estar pensando que hay algo mas aparte de esta realidad? Acepta tu destino en la vida. Olvídate de todas esas tonterías de vida después del nacimiento.
Espíritu calla durante un rato, pero su voz interior no le permite permanecer en silencio durante más tiempo.
•Ego, no te enfades, pero tengo algo más que decir. También creo que hay una madre. •¡Una madre! – exclama Ego con una carcajada -. ¿Cómo puedes ser tan absurdo? Nunca has visto una madre. ¿Por qué no puedes aceptar que esto es lo único que hay? La idea de una madre es descabellada. Aquí no hay nadie más que tú y yo. Esta es tu realidad. Ahora cógete a ese cordón. Vete a un rincón y deja de ser tan tonto. Créeme, no hay ninguna madre.
Espíritu deja, con renuncia, la conversación, pero la inquietud interior puede con él acabo de poco.
•Ego – implora Espíritu – , por favor, escucha, no rechaces mi idea. De alguna forma, pienso esas constantes presiones que sentimos los dos, esos movimiento que a veces nos hacen sentir tan incómodos, esa continua recolocación y ese estrechamiento del entorno que parece producirse a medida que crecemos, nos prepara para un lugar de luz deslumbrante, y lo experimentaremos muy pronto.
•Ahora sé que estas completamente loco – replica Ego -. Lo único que hay conocido es la oscuridad. Nunca has visto la luz ¿Cómo puedes llegar a tener semejante idea? Esos movimientos y presiones que sientes son tu realidad. Eres un ser individual e independiente. Este es tu viaje. Oscuridad, presiones y una sensación de estrechamiento a tu alrededor constituyen la totalidad de la vida. Tendrás que luchar contra eso mientras vivas. Ahora, aférrate a tu cordón y, por favor, estate quieto. Espíritu se relaja durante un rato, pero al fin no puede contenerse por más tiempo.
•Ego, tengo una cosa más por decir, y luego no volveré a molestarte.•Adelante – responde Ego -impaciente. •Creo que todas estas presiones y toda esta incomodidad no solo va a llevarnos a una nueva luz celestial, sino que cuando eso suceda vamos a encontrarnos con la madre cara a cara, y conocer un éxtasis que superará todo lo que hemos experimentado hasta ahora.
•Estás totalmente loco. Ahora si que estoy convencido.
Wayne W.Dyer (Tus zonas erroneas)
“Millones de personas viven sufriendo y en el infierno porque anhelan recibir atención. Es estúpido anhelar atención; no te da nada. Tan sólo fortalece el ego… que no eres tú.
No es tu esencia; es sólo tu personalidad, tu yo falso.
Sigue nutriendo al yo falso y el yo esencial sigue pasando hambre.
El yo esencial no necesita recibir atención. El yo esencial puede vivir sin ninguna atención, porque no depende de nadie.
Y el yo esencial es capaz de regocijarse en su soledad.
Ni siquiera necesita al otro, así que…
¿Qué decir de la atención?
Ni siquiera necesita al otro. Su gozo es interno. No viene del exterior, no depende de ninguna condición. Es incondicional. Es un fenómeno espontáneo, interno, intrínseco.
Observa y ve cómo le sacas partido a la desdicha, y entonces sabrás por qué es tan difícil disfrutar. Deja lo que has invertido en la desdicha y la alegría volverá fluir.
Nacemos con alegría. La alegría es nuestro mismo ser.
No se necesita nada para estar alegre. Se puede estar alegre simplemente sentado, solo. La alegría es natural, la desdicha es antinatural. Pero la desdicha es provechosa y la alegría no tiene finalidad: no te aportará ninguna ganancia.
De modo que hay que decidir. Si quieres estar contento, tienes que ser nadie: ésta es la decisión.
Si quieres estar contento, tendrás que ser nadie, porque no recibirás ninguna atención. Por el contrario la gente se sentirá celosa, la gente se mostrará hostil. No le gustarás a la gente.
Sólo le gustarás a la gente si estás sufriendo; entonces te tendrán lástima.
Con esa lástima se satisface tu ego y se satisface su ego.
Cuando le tienen lástima a alguien, ellos son superiores y tú eres inferior. Ellos están por delante.
Están disfrutando el rollo de la lástima…
Cuando estás contento, gozoso, bailando, cantando, simplemente feliz sin ninguna razón en absoluto, tu ego desaparecerá, porque no recibirá ninguna atención…
Si estás dispuesto a convertirte en un don nadie, si no necesitas la atención de los demás, entonces no hay problema en absoluto. Puedes disfrutar… En las pequeñas cosas puedes disfrutar. Cosas muy pequeñas pueden darte la mayor alegría posible”
Fuente: tierraycielo

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