Referencia: New.Scientist.com .
Autor: Michael Brooks, 26 de septiembre 2012
Autor: Michael Brooks, 26 de septiembre 2012
Lo que llamamos realidad podría ser en realmente el resultado de un programa que se ejecuta en un equipo cuántico de tamaño cósmico.
Independientemente del tipo de realidad que creas que estás viviendo, seguramente estarás equivocado. El universo es un ordenador, y todo lo que pasa en él se puede explicar en términos de procesamiento de información.
La conexión entre realidad e informática puede no hacerse obvia inmediatamente, pero si quitamos las capas que lo ocultan, eso es exactamente lo que algunos investigadores piensan que encontramos. Pensamos en un mundo compuesto de partículas que se
mantienen unidas por fuerzas, por ejemplo, pero la teoría cuántica nos dice que se trata de un revoltijo de campos sólo podemos describir adecuadamente mediante la invocación de las matemáticas de la física cuántica.
Y ahí es donde llega el equipo, si al menos lo pensamos en términos conceptuales como algo que procesa información, más que en una máquina cuadrada encima del escritorio. “La física cuántica es casi parafrasear en términos de procesamiento de información”, diceVlatko Vedral, de la Universidad de Oxford. “Es sugerente encontrar el procesamiento de información en la base de todo”.
La información, sin duda, tiene un lugar especial en la teoría cuántica. El famoso principio de incertidumbre, que establece que no se puede conocer simultáneamente el momentum y la posición de una partícula, se reduce a una información. Igual que el entrelazamiento, donde los objetos cuánticos comparten propiedades e intercambiar información independientemente de la distancia física entre ellos.
De hecho, todos los procesos en el universo puede ser reducidos a las interacciones entre partículas que dan lugar a respuestas binarias: sí o no, aquí o allá, arriba o abajo. Eso significa que la naturaleza, en su nivel más fundamental, es simplemente un dar la vuelta a los dígitos binarios o bits, igual que un ordenador. El resultado de una miríada de bit vueltos se manifiesta en lo que percibimos como una disposición en marcha, un reordenamiento y una interacción de átomos, en otras palabras, la realidad.
Según Ed Fredkin del Instituto de Tecnología de Massachusetts, si pudiéramos profundizar en este proceso nos encontraríamos con que el universo sigue una sola ley, una sola regla de procesamiento de información que es todo lo que necesita para construir el cosmos. Según Fredkin, sería algo así como el procedimiento “si – entonces”, que es el tipo de regla que se utiliza en la informática tradicional para manipular los bits que contienen los transistores de un chip y operar con puertas lógicas, pero esta vez aplicado a los bits del universo.
Vedral y otros, piensan que es un poco más complejo que eso. Porque podemos reducir todo en el universo a entidades que siguen las leyes de la física cuántica, el universo debe ser un ordenador cuántico en vez del tipo clásico que conocemos.
Uno de los atractivos de esta idea es dar una respuesta a la pregunta “¿por qué hay algo en lugar de nada?”. La aleatoriedad inherente a la mecánica cuántica significa que la información cuántica, y por extensión, el universo, puede llegar a ser de manera espontánea, señala Vedral.
Con todas estas ideas teóricas, probar que el universo es un ordenador cuántico no es tarea fácil. Aun así, hay una observación que apoya la idea de que el universo se compone fundamentalmente de información. En 2008, el detector de ondas gravitacionales GEO 600 de Hannover, Alemania, recogió una señal anómala sugiriendo que el espacio-tiempo está pixelado. Esto es exactamente lo que cabría esperar de un universo “holográfico”, donde la realidad 3D es en realidad una proyección de la información codificada en la superficie bidimensional de las fronteras del universo (New Scientist, 17 enero 2009, p 24).
Esta extraña idea surgió de una discusión sobre los agujeros negros. Uno de los principios fundamentales de la física es que la información no puede ser destruida, pero un agujero negro parece violar esto, tragándose las cosas que contienen información para más tarde evaporarse progresivamente. Lo que sucede con esa información fue objeto de un largo debate entre Stephen Hawking y varios de sus colegas. Al final, Hawking perdió el debate, reconociendo que la información que impresa en el horizonte de eventos que define el límite del agujero negro, y se escapa como el agujero negro se evapora. Esto llevó a los físicos teóricos Leonard Susskind y Gerard’t Hooft a proponer que el universo entero podría conservar la información en sus límites, con la consecuencia de que nuestra realidad podría ser la proyección de esa información en el espacio dentro del límite. Si esta conjetura es cierta, la realidad es como la imagen de la princesa Leia proyectada por R2D2 en Star Wars: un holograma.
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