16 de septiembre de 2013

La Ciencia y las experiencias cercanas a la Muerte


La Ciencia y las Experiencias al Borde de la Muerte, o NDE (de las siglas en inglés Near Death Experiences)
‘No parece haber muchas dudas acerca de que las NDE se producen en todas las culturas y hay constancia de ello en todas las épocas de la historia escrita. Las NDE ocurren a jóvenes y viejos, a personas en todas las etapas de su vida, a aquellos que creen que la vida tiene una dimensión espiritual y a aquellos que no profesan ninguna fe. Hay numerosos ejemplos de personas que tuvieron una NDE en épocas en que ni siquiera sabían que tales fenómenos existían.’
Dr. Peter Fenwick
Las experiencias sentidas al borde de la muerte, ó NDE, son argumentos poderosos a favor de la existencia de la vida póstuma. Las técnicas médicas de resurrección se han ido perfeccionado cada vez más, con lo cual más y más personas han podido regresar de la frontera de la muerte clínica. Muchos de ellos cuentan una experiencia intensa y llena de significado en la cual sienten estar vivos y fuera de sus cuerpos. Para muchos, la experiencia vivida cuando casi se muere es
algo sumamente poderoso desde el punto de vista emocional y espiritual.
La evidencia de las NDE es consistente, aplastante y experimentada por muchas personas. Es también consistente con las evidencias de otros fenómenos psíquicos —OBE, así como con la información obtenida gracias a los mediums físicos y mentales, y a las apariciones.
Los escépticos de mente cerrada mejor informados ya reconocen que no se puede negar la existencia de las NDE. Lo que se discute es su significado.
Los psíquicos dicen que en una situación de crisis, cuando la muerte es casi inevitable, o que se percibe como inevitable, el duplicado del cuerpo físico, llamado cuerpo astral o etéreo, abandona al cuerpo físico y experimenta las primeras etapas de la vida póstuma. Si la muerte no ocurre, el cuerpo duplicado regresa a su posición dentro del cuerpo físico. Los estudios han mostrado que las NDE ocurren luego de enfermedades, cirugías, partos, accidentes, ataques cardíacos e intentos de suicidio.
Los escépticos dicen que no existe tal cuerpo duplicado y que todas esas experiencias se relacionan con problemas del cuerpo físico, que todo reside en la mente.
Un pionero en este terreno fue el Dr. Raymond Moody Jr., quien comenzó sus trabajos siendo un escéptico. Su primer libro Vida después de la vida (Life After Life) de 1975 es considerado como la obra clásica que abre este campo a la investigación moderna, y fue seguido por otros libros publicados en 1983 y 1988.
Desde 1975 muchos estudios han sido hecho en muchos países, tantos, que ya existen varias asociaciones internacionales y publicaciones periódicas dedicadas a la investigación de las experiencias al borde de la muerte. El excelente libro australiano de Cherie Sutherland (1992) contiene una bibliobrafía selecta de unas 150 investigaciones académicas.

Quince elementos comunes

Moody descubrió una asombrosa similaridad en los relatos de 150 personas que habían vivido este tipo de experiencias, hasta el punto que fue capaz de identificar quince elementos diferentes que se repetían una y otra vez en dichos relatos. Llegó a construir una experiencia típica que contenía todos estos elementos:
Un hombre está muriendo y, en el momento de mayor angustia física escucha que su médico lo declara muerto. Comienza entonces a oir un ruido muy desagradable, un timbre o zumbido muy agudo, y al mismo tiempo siente como si se moviera a gran velocidad por un túnel muy oscuro. Después de esto siente que está fuera de su cuerpo físico, pero continúa en el entorno inmediato y puede ver su propio cuerpo a cierta distancia, convirtiéndose en espectador. Observa los intentos de resurrección desde este ventajoso punto de vista, cargado de emoción.
Pasado un rato, comienza a sentirse más acostumbrado a esa curiosa condición. Nota que aún posee un ‘cuerpo’, pero dicho cuerpo es de una naturaleza muy diferente y con poderes muy diferentes de aquel que ha dejado atrás. Muy pronto comienzan a pasar otras cosas. Otros vienen a su encuentro para ayudarlo. Vislumbra los espíritus de parientes y amigos ya fallecidos, y otro espíritu muy amable y afectivo al que nunca había visto antes—un ser de luz— aparece ante él. Este ser le formula una pregunta no verbal que le hace evaluar su vida y lo ayuda a hacerle ver una panorámica instantánea de los momentos culminantes de la misma. En determinado momento siente que se está acercando a una barrera, o borde, que parece representar la frontera entre la vida terrenal y la próxima vida. Sin embargo, siente que debe regresar a la tierra pues el momento de su muerte aún no ha llegado. Pero se resiste a ello, puesto que está emocionado por sus nuevas experiencias en la vida póstuma y no desea regresar. Se encuentra lleno de sentimientos muy intensos de alegría, amor y paz. Sin embargo, a pesar de esa actitud, de alguna manera consigue reunirse con su cuerpo físico y revive.
Después intenta contárselo a otros pero tiene dificultades para hacerlo. En primer lugar, no consigue encontrar palabras humanas adecuadas para describir estas experiencias no terrenales. Y también percibe que los demás se burlan de él, así que deja de contarlo. Aún así, la experiencia afecta su vida profundamente, y en especial su visión de la muerte y su relación con la vida (Moody 1975: 21-23).
El Dr. Kenneth Ring, quien llevó a cabo un estudio científico de las experiencias al borde de la muerte en 1980, confirma lo descubierto por el Dr. Moody, pero descubre que las personas pasan por esta experiencia en varias etapas y que algunos sólo experimentan las primeras de ellas.
Otros estudios, como los de Karlis Osis y Erlendur Haraldsson (1977), Michael Sabom y Sarah Kreutziger (1976), Elisabeth Kübler-Ross (1983), Craig Lundahl (1981) y Bruce Greyson y Ian Stevenson (1980) describen experiencias similares.

La visión durante la inconciencia

El Dr. Sabom, un cardiólogo de Georgia, entrevistó a 100 pacientes que estuvieron muy cerca de la muerte. El 61 por cierto de ellos experimentó NDE clásicas, muy similares a las publicadas por Moody en 1975.
Muchos de los pacientes que han sido revividos han descrito con grandes detalles técnicos exactamente lo que pasó en la sala de operaciones durante el tiempo que estuvieron inconscientes o, supuestamente muertos. El Dr. Sabom investigó la hipótesis de que estos pacientes estuviesen usando su imaginación creativa, o el conocimiento que subconcientemente habían adquirido a través de exposición previa al servicio de emergencia.
Él entrevistó a un grupo de pacientes cardíacos experimentados que no habían tenido NDE y les pidió que imaginasen estar viendo a un equipo de médicos reviviendo a una víctima de ataque cardíaco y que describiesen con tanto detalle como pudiesen los pasos que tomaban. Para sorpresa suya 80% de ellos describieron erradamente el proceso. Por otro lado, ninguno del grupo que afirmaba haber presenciado su resucitación mientras estaban fuera de su cuerpo cometió un solo error en la descripción del procedimiento (Sabom 1980: 120-121).

Una experiencia común

Ahora ya hay literalmente millones de personas de todo el mundo que han tenido una experiencia durante su casi muerte. En 1933 una encuesta por George Gallup Junior dió parte que casi ocho millones de americanos, aproximadamente cinco por ciento de la pobación adulta, habían tenido una (Gallup 1982).
Una encuesta australiana de 1989 por Allan Kellehear y Patrick Heaven encontró que diez por ciento de 179 personas habían experimentado por lo menos cinco elementos de una NDE.
Estudios en localizaciones geográficas a todo lo ancho del globo han producido conclusiones notablemente similares: el estudio de Margot Grey sobre las NDE en Inglaterra (Grey 1985); el de Paola Giovetti en Italia (Giovetti 1982); el de Dorothy Counts en Melanesia (Counts 1983), y el de Satwant Pasricha y Ian Stevenson en India (1986). Más estudios siguen saliendo de diferentes países regularmente y ejemplos históricos muestran que la experiencia ha sido notablemente consistente en el tiempo (ver el ejemplo de Platón de la NDE en La República).
No obstante, mientras estas experiencias se han sucedido a través de la historia de la humanidad, es sólo en los últimos veinte años que la gente se ha sentido con libertad de hablar sobre ellos y del efecto que han tenido en sus vidas.

Regresando con información inexplicada

Hay muchos relatos de relatos de NDE por gente que ha regresado con información veraz y que desconocían. Esta incluye la identificación de ancestros por fotos, darse cuenta de hermanos que murieron antes de su nacimiento, secretos familiares, etc. Otros pudieron documentar información sobre eventos futuros (ver por ejemplo Eadie 1992, Brinkley 1994 y Atwater 2000: 204).

Efectos posteriores comunes

De acuerdo con la Asociación Internacional para los Estudios al Borde de la Muerte, cerca del ochenta por ciento de quienes experimentan los estados de casi muerte aseguran que sus vidas cambiaron para siempre. Ellos sienten diferencias fisiológicas y psicológicas en escala masiva que les puede causar grandes dificultades en el reajustamiento durante siete años en promedio, especialmente durante los tres primeros años. Esto se aplica tanto a quienes han sentido esas experiencias en su vida infantil, adolescente o adulta.
Estos efectos posteriores son compartidos por personas, incluyendo niños, que han tenido experiencias intensas en un sueño particularmente vívido, o meditando, o que escasamente escaparon de morir.
Cherie Sutherland, una investigadora australiana, entrevistó a 50 sobrevivientes de las NDE y encontró que los efectos en las vidas de los sobrevivientes habían sido admirablemente consistentes, y muy diferentes de los efectos producidos por las alucinaciones inducidas por las drogas o por químicos. Ella identificó muchos efectos que han sido sustanciados por otros estudios, p.ej. Ring (1980 y 1984) y Atwater (1988). Estos efectos incluyen:
• creencia universal en la vida póstuma
• una proporción elevada (80%) creen en la reencarnación
• ausencia total de temor a la muerte
• cambio dramático de la religión organizada a la práctica espiritual
• aumento estadísticamente significativo de la sensibilidad psíquica
• visión más positiva de si mismo y de los demás
• aumento del deseo de estar solo
• aumento del sentido de propósito
• falta de interés en el éxito material aunado a marcado aumento en el interés del desarrollo espiritual
• cincuenta por ciento experimentaron mayores dificultades en sus relaciones íntimas como resultado del cambio de prioridades
• aumento en el sentido de la salud
• la mayor parte pasó a tomar menos alcohol
• casi todos dejaron de fumar
• la mayor parte dejó de usar las medicinas de la industria farmacéutica
• la mayor parte pasó a ver menos programas de televisión
• la mayor parte leyó menos diarios
• aumento del interés por las curas alternativas
• aumento del interés de aprender y del autodesarrollo
• 75% experimentaron un gran cambios en sus carreras hacia áreas en las que se ayuda a los demás.

Los sobrevivientes se vuelven más psíquicos

Un estudio americano independiente por el Dr. Melvin Morse determinó que los sobrevivientes de las NDE tenían tres veces más experiencias psíquicas verificables que la población en general; frecuentemente no podían usar relojes de pulsera y, a menudo, tenían problemas de conducción de electricidad tales como el de causar cortocircuitos en las ordenadoras de regazo y el de borrar tarjetas de crédito (Morse 1992). Encontró también que los que habían tenido NDE daban más dinero a las instituciones de caridad que los sujetos de control, eran más propensos a trabajar como voluntarios en la comunidad o a trabajar en las profesiones de auxilio, no sufrían de abuso de drogas y comían más frutas y vegetales que la población de control (Morse 1992).
Para mayores detalles y para obtener ayuda para enfrentar los efectos posteriores a las NDE contactar a la Asociación Internacional para los Estudios de NDE en International Association for Near Death Studies [http://www.iands.org/aftereffects.html].

Explicaciones alternativas

Naturalmente que las NDE no pueden ser aceptadas simplemente sin examinar las siguientes explicaciones posibles:

¿Están inventándolas?

Como ya ha sido indicado, quienes estudian las NDE —científicos, medicos, psicólogos, otros investigadores y los escépticos— ahora afirman con certeza absoluta que las NDE sí existen.
Algunos cardiólogos que investigaron las NDE supusieron que no existían pero luego cambiaron de parecer. Michael Sabom, el cardiólogo mencionado anteriormente, admitió que antes de comenzar él estaba seguro que las NDE debían ser ‘patrañas concientes’ de quienes decían haberlas sentido o de quienes las reportaban. Sin embargo, una vez que comenzó a investigar se quedó absolutamente pasmado por la autenticidad de los fenómenos.
Otro cardiólogo que inicialmente era escéptico fue Maurice Rawlings, quien afirma en su libro Beyond Death’s Door (Más Allá de la Puerta de la Muerte) (1978) que el siempre creyó que la muerte era un perecimiento total hasta que un día un cartero de cuarenta y ocho años cayó ‘muerto’ en su oficina. Cuando él comenzó a hacerle auxilios para resucitarlo el paciente comenzó a gritar: ‘¡Estoy en el Infierno! ¡ Sáquenme del Infierno!’. Al principio Rawlings dice que le dijo: ¡Quédate con tu Infierno, estoy tratando de revivirte!’ pero que paulatinamente se fue convenciendo por el pavor del hombre que trataba de revivir. La experiencia fue tan absolutamente traumática y convincente que el Dr. Rawlings procedió a escribir libros al respecto. Si usted cree en la palabra de un cardiólogo calificado y altamente creíble, su vida cambió después de esa experiencia.
Las experiencias dantescas o parecidas al infierno son muy communes en las NDE y han sido sujetas a investigación a fondo por parte de Bruce Greyson, MD y de Nancy Evans Bush, MA. Ver Understanding and Coping with a Frightening Near-Death Experiencehttp://www.iands.org/scary.html#talkto

¿Explicación farmacológica?

Algunos sugieren que las NDE son producto de la administraciónm de drogas al paciente durante el tiempo de su crisis. Drogas como la ketamina y la morfina han sido sugeridas. Moody investigó esa hipóteis y la rechazó (Moody 1975: 160-161). Esto fue porque a muchos de los pacientes que experimentaron NDE no les habían dado drogas, porque las visiones inducidas por drogas eran marcadamente diferentes entre si y diferentes de las NDE genuinas en intensidad y contenido y no tenían los profundos efectos duraderos.
Algunos investigadores, incluyendo a R. K. Siegel, han reportado que algunos de quienes han tomado drogas alucinogénicas, como LSD, han tenido experiencias similares a las NDE, pero también hemos sido informados que hay diferencias distinguibles entre los efectos del LSD y las NDE. Esto ha sido considerado efectivamente por Moody y por otros.

¿Deprivación de oxígeno?

Algunas veces se arguye que las NDE son producidas por la falta de oxígeno y que es una reacción normal a un ‘cerebro agonizante’. Sin embargo muchas personas han experimentado las NDE antes de que hubiese ninguna fatiga fisiológica y en algunos casos no había daño físico alguno (Moody 1975: 163). Sabom, consistente con el Dr. Fenwick, notó que en los casos genuinos de deprivación de oxígeno hay un ‘obscurecimiento progresivo y confusión de las habilidades cognitivas’, condiciones no reportadas por quienes han tenido NDE (Sabom 1980:176).
Ha habido varios intentos de aducir que las NDE básicamente son ‘realización de deseos’ —que se ve lo que culturalmente se está condicionado a esperar. Sin embargo, Ring (1984) Sabom (1982) y Grosso (1981) han encontrado que no hay conexión, cero correlación, entre las creencias religiosas y las NDE.
Otros psicólogos como Uri Lowental (1981) han argumentado, sin dar ninguna evidencia, que las NDE son ‘una vuelta a vivir la experiencia del nacimiento’ Su hipótesis es considerada generalmente como una especulación inútil.
Los psicólogos Kletti y Noyes (1981) han afirmado que las NDE representan despersonalización y fantasías agradables que representan una ‘forma de protección psíquica contra la amenaza de destrucción’. Sin embargo, esta explicación también ha sido contradicha por Gabbard y Twemlow (1981) quienes apuntan que, mientras la despersonalización ocurre usualmente en personas entre los 15 y los 30 años de edad, es virtualmente inaudita en personas mayores de 40
Otros han propuesto que las NDE son formas de ‘alucinación autoscópica’ —un desorden psicológico raro. Sin embargo ambos Sabom (1982) y Gabbard y Twemlow (1981) encontraron que eso es muy poco probable en base a un sinnúmero de diferencias significativas.

¿Explicaciones neurofisiológicas?

Moody consideró los paralelos entre la revisión de la vida anterior de los pacientes que tuvieron NDE y las escenas retrospectivas experimentadas por los pacientes con abnormalidades neurológicas. Concluyó que ambas era esencialmente diferentes puesto que las escenas retrospectivas eran aleatorias y de eventos triviales olvidados después del ataque, mientras que en la revista de los eventos de las NDE estos eran ordenados cronológicamente y de los puntos más relevantes de la vida, fueron vistos de una vez y constituyeron una ‘visión unificada’, lo que le dió al sujeto una mejor comprensión del propósito de su vida (Moody 1975: 166).

¿Cerebro moribundo?

El Dr. Peter Fenwick es un socio del Colegio Real de Psiquiatras y un neuropsiquiatra con reputación internacional —especialista en la interfase entre el cerebro y la mente y el problema de la conciencia. Él es una autoridad en Inglaterra, muy destacado NDE y Presidente de la Asociación Internacional para los Estudios de Casi Muerte.
Con su esposa Elizabeth, también una científica professional de Cambridge, el Dr. Peter Fenwick hizo una investigación a fondo del argumento esgrimido por materialistas y escépticos que una NDE es causada por los efectos fisiológicos del cerebro cuando está agonizando (Fenwick 1996).
El argumento de los psicólogos contra los NDE tiene que ser visto a la luz de su conocimiento muy limitado del funcionamiento del cerebro. Los psicólogos no tienen la profundidad necesaria de la práctica professional y académica que tienen los neuropsiquiatras como el Dr. Peter Fenwick para evaluar profesionalmente la fisiología de las NDE. El entrenamiento profesional de los psicólogos incluye solamente un entrenamiento básico en fisiología. Una ojeada a cinco libros de texto de Psicología, estándar en las universidades, muestra que el estudio del funcionamiento del cerebro constituye menos que el 5% de todo el aoprendizaje. Los entrenandos de psicología no practican cirugía, mucho menos en el campo altamente especializado de la cirugía del cerebro humano.
Ciertamente que alguien en la posición del Dr. Fenwick tendría todo el conocimiento técnico para evaluar con exactitud si la NDE puede ser explicada por lo que está sucediendo en el cerebro agonizante. El Dr. Fenwick asevera que esos psicólogos escriben tonterías cuando se aventuran en áreas del conocimiento fuera de su competencia técnica, conocimiento que ellos no tienen, que no comprenden y que está fuera de su trabajo diario.
Él es cáustico con los escépticos:
(Ellos) simplemente no tienen el conocimiento… Tanta tontería se dice acerca de las NDE por gente que no tienen que lidiar a diario con estas cosas. Yo estoy absolutamente seguro que tales experiencias no son causadas por falta de oxígeno, ni por endorfinas, ni por nada de ese tipo. Y ciertamente que ninguna de estas cosas explicaría la calidad trascendental de muchas de estas experiencias, el hecho que la gente perciba un sentido de pérdida absoluta cuando dejan atrás a los demás (Fenwick 1995: 47).
Como consultor de neuro-psiquiatría él trabaja constantemente con gente confusa, desorientada y con cerebros lesionados, y como señala el Dr. Fenwick:
Lo que es muy claro es que cualquier desorientación de la función del cerebro lleva a desorientación de la percepción y a reducción de la memoria. No se pueden tener experiencias altamente estructuradas y que se recuerden claramente con un cerebro altamente lesionado o desorientado (Fenwick 1995: 47).
Igualmente refuta el argumento de las endorfinas:
En cuanto al asunto de las endorfinas, aumentamos su efecto todo el tiempo porque diariamente le damos morfina a miles de personas. Eso produce calma ciertamente pero no produce experiencias estrucuturadas (Fenwick 1995: 47).
A los escépticos con metalidad cerrada les pedimos que respondan lo siguiente:
• Si una NDE es el resultado de un cerebro moribundo debería de pasarle a todos los que se están muriendo. ¿Por qué no todos los que están cerca de morirse cuyo cerebro está moribundo experimentan una NDE?
• Si la NDE es el cumplimiento de un deseo ¿por qué no todas las NDE son positivas? ¿Por qué algunos tienen experiencias neutras y/o horribles NDE negativas, como lo documenta Phyllis Atwater (1994).?
• Si la NDE es producida por la liberación de endorfinas ¿que evidencia objetiva existe que indique que la liberación de endorfinas necesariamente produce una revisión de la vida en forma ordenada?
• Que evidencia objetiva existe que demuestre que la liberación de endorfinas lleve a una falla del sentido del tiempo y su relación con el individuo?
• Por qué es que casi todos los que viven una NDE experimentan una transformación permanente consistente con un refinamiento espiritual, una forma de vivir más refinada?
• Por qué es que la mayoría de los que tienen NDE relacionan su motivación intrínsica recientemente encontrada con la experiencia poderosa que tuvieron fuera de su cuerpo?
• Qué prueba objetiva hay para demostrar que comprendiendo el papel del sistema límbico y del lóbulo temporal pueda explicar las experiencias de familiaridad, perspicacia, vulgaridad repetitiva y el aumento estadísticamente significativo de las experiencias psíquicas que siguen a las NDE?
• Cómo explican los escépticos las increíbles consistencias entre NDE y OBE?

Insuficientes explicaciones físicas

Elizabeth Fenwick, co-autora del libro The Truth in the Light—An investigation of Over 300 Near-Death Experiences (1996) comenzó en realidad su investigación pensando que todo podría ser explicado en términos científicos, pero, después de investigar concluyó que:
Si bien es cierto que se puede encontrar razones científicas para partes de las NDE, yo no puedo encontrar ninguna explicación para toda la experiencia. Hay que explicarlas en su totalidad y los escépticos … simplemente no hacen eso. Ninguna de las explicaciones puramente físicas se satisface. (Los escépticos) subestiman ampliamente el alcance de las NDE, pues no son un conjunto de sucesos al azar sino un acontecimiento altamente organizado y detallado (Fenwick 1995: 47).
Estos puntos de vista son sostenidos por un estudio de NDE llevado a cabo en Holanda por el cardiólogo Dr. William van Lommel y su equipo quienes estudiaron 345 casos de personas que habían muerto sin resucitación. El diez por ciento recordaron una sustanciosa NDE y el ocho por ciento, una menos enjundiosa.
Estos pacientes fueron comparados con un grupo de control idéntico, en términos de la seriedad de su enfermedad, que no tuvieron NDE, de acuerdo con el Dr. Van Lommel (1995):
Nuestro hallazgo más notable fue que las NDE no tienen una raíz médica ni física. Después de todo, todos los pacientes sufrieron de falta de oxígeno, a todos se les administró morfina, todos fueron víctimas de fatiga nerviosa intensa, entonces claramente esas no son las razones para que 18% hayan tenido NDE y 82%, no. Si las NDE fueran provocadas por cualquiera de esas razones, todos las habrían tenido (Van Lommel 1995).
Similarmente Yvonne Kason, una psiquiatra canadiense, ha encontrado en su práctica clínica a gente no muy cercana a la muerte que reportan NDE; estas incluían a gente que creía que iba a morir y a gente que estaba meditando (Kason 1994: 73).
Sin duda, las NDE, juntamente con las OBE y con las demás evidencias objetivas de los fenómenos psíquicos presentadas en este trabajo, constituyen un argumento poderosísimo a favor de la vida póstuma.

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