Así, en 2009 Robert Steward, un estadounidense de 45 años, fue condenado a 179 años de prisión por haber matado a ocho personas en una residencia de ancianos. Inicialmente, su crimen fue calificado de asesinato en primer grado, pero cuando los jueces supieron que mientras estaba matando el hombre se encontraba en un estado sonámbulo por haber tomado Ambien, los cargos fueron cambiados por asesinato en segundo grado y su condena fue reducida.
En un caso similar, Thomas Chester Page, residente de Carolina del Sur, fue declarado culpable de matar a cinco oficiales en un tiroteo. El tribunal condenó a Thomas a 30 años de prisión por cada muerte, a pesar de que el
acusado afirmaba que había iniciado este tiroteo porque estaba en un estado sonámbulo provocado por Ambien.
Julie Ann Bronson, vecina de Texas, mató a tres personas en un coche, entre ellos un bebé de 18 meses, que falleció de daño cerebral. Cuando la mujer se despertó la mañana siguiente en una cárcel, apenas podía recordar el accidente sucedido. "Era surrealista. Era como una pesadilla", contó Julie Ann, quien aseguró que en estado normal "no haría daño ni a una mosca". La condena de Bronson también fue rebajada debido a que durante el asesinato estaba bajo el efecto de Ambien.
El somnífero fue aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. en 1992. Actualmente, tras dos décadas de amplio uso, en el prospecto del fármaco figura: "Después de tomar Ambien, puede levantarse de la cama sin estar completamente despierto y hacer algo sin darse cuenta de lo que está haciendo. A la mañana siguiente, posiblemente, no recuerde lo que ha hecho durante la noche".
Aunque se desconoce si bajo otros somníferos vendidos en EE.UU. se han producido casos similares, Ambien sigue siendo el somnífero más popular del país. Sus ventas generan miles de millones de dólares cada año a la empresa que lo produce.
http://actualidad.rt.com/sociedad/view/117586-pastillas-dormir-convierten-zombis-asesinos-eeuu
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