10 de septiembre de 2013

El sueño consciente – Maharaji


“Cada uno de vosotros tiene un sueño, pero para soñar este sueño tan especial, tenéis que estar despiertos; tenéis que ser conscientes.”
Cada mañana en que sale el sol, nos trae esperanza. No arrastra consigo nada de ayer ni de anteayer. Esparce su luz. Da la bienvenida a todos, y todo comienza a cobrar vida, a vivir. La vida se pone en marcha. Ha tenido su oportunidad de descansar, de contemplar, de pensar, de reflexionar. Luego, al atardecer, el sol se pone y todo empieza a calmarse, como diciendo:
“Descansa, comprende, esta es tu vida, esta es tu existencia. En realidad, no hay nada más valioso”
Lamentablemente, tú no lo ves así. Es triste pero concedes prioridad a cualquier otra cosa, y todo eso a lo que das prioridad aceptará tu esfuerzo, te comprometerá, te arrastrará, fingirá necesitarte. Y un día como un castillo de arena, desaparecerá sin dejar ni rastro.
Así es el tiempo. Nos lleva, nos consume y luego nos recoge. Sin dejar ninguna huella, al final, tampoco quedará rastro de ti, absolutamente nada; todos tus pensamientos, tus ambigüedades, tus ideas, tu amor, tu odio, tu pasión…, no quedará ni rastro de ellos.
Piensa en cuántos han estado en este planeta antes que tú; todos ellos pasaron por las mismas cosas por las que tú pasas. No eres el primero que llora, ni el primero que ríe. No eres el primero que siente dolor, ni el primero que siente alegría, ni el primero que siente ira, no eres el primero que siente incertidumbre, ni el primero en sentir temor. Muchísimos antes que tú han sentido todo esto. Y muchísimos, se han ido y no han dejado ni rastro. Como la marea, el agua mueve la arena y borra todas las huellas; eso ocurrirá pero no tenemos tiempo para pensar en estas cosas: “Tengo otras cosas que hacer”. La gente utiliza esta famosa frase: “Seamos prácticos”. Y yo debo preguntar:
“¿Qué quieren decir con ‘práctico’?”
“Se realista,” dicen, ¿Qué significa ser realista?” ¿Qué es real? Hace mucho tiempo, Tulsidas dijo: “Todo lo que alcance a ver estos ojos, considérelo una ilusión“.
¿Qué parte de esta vida es real? ¿Qué es un ser humano? En mi opinión, cuando se unen lo inmortal y lo mortal, lo indestructible y lo más destructible, lo infinito y lo finito…, cuando esas dos cosas se encuentran, se funde, y tenemos un ser humano. Ni más, ni menos. Una cosa era, es y siempre será; la otra no era, pero es y no será. No es un gran misterio, sino algo muy simple. Así pues, ¿qué utilizo para reconocer cada una de esas cosas? ¿Utilizo lo infinito para reconocer lo finito? ¿Utilizo lo inmortal, que está dentro de mi, pare reconocer lo mortal? ¿O utilizo lo mortal para reconocer lo inmortal?
No os confundáis, no hace falta ser un científico espacial para entender esto. ¿Debes cargar con el coche o debe el coche cargarte a ti? Si tuvieras un caballo, ¿debería el caballo montarte o deberías tú montar el caballo?
Porque lo infinito no tiene ninguna necesidad de reconocer lo finito; lo mortal, lo destructible, se ha hecho para sentir. Conéctate a lo verdadero y se producirá la magia. Móntate en un caballo y podrás ir algún lugar, intenta cargar con él sobre tu espalda y no llegarás muy lejos. De hecho, si intentas cargar un caballo a tu espalda, podrás conseguir el divorcio entre lo inmortal y lo mortal.
“El mundo entero se pregunta qué es la felicidad. La verdadera felicidad está dentro, está en el corazón, está en esta vida”
La última vez que sentiste alegría, como en éxtasis, ¿dónde sentiste, exactamente, ese sentimiento? Muchas personas a las que se lo he preguntado, han dicho: “Venía de mi interior, estaba dentro de mi, impregnaba todo mi ser”. Nunca dicen. “La felicidad estaba allí y podría verla y sentir como rebotaba sobre mi piel, como el sol”. Siempre dicen: “Surgía de mi interior”. Esa es una pista muy buena, justo lo que estás buscando está también dentro de ti. ¿Estaba? No. ¿Está? Sí. ¿Estará? No lo sé, pero, está.
Este momento es increíble. ¿Alguna vez has intentado unir los polos de igual signo de dos imanes? No se puede, porque se repelen. Cuanto mayor es el imán, mayor es la resistencia. Pues bien, el tiempo es algo muy poderoso. A un lado está el pasado y, al otro, el futuro, cuando esas dos cosas se encuentran, no pueden unirse, algo las obliga a separarse sólo un poquito, y toda la energía, toda la tecnología del mundo, no pueden fundir el pasado y el futuro. Queda un pequeño espacio, tan poderoso que nada puede sacarlo de ahí. En ese pequeño espacio está el momento llamado “ahora”. En ese pequeño espacio, y sólo en ese pequeño espacio, tú existes. La ley del tiempo no te permite retroceder ni una millonésima de segundo y tampoco te permite avanzar ni una millonésima de segundo hacia el futuro, debes permanecer en ese diminuto, poderoso y pequeño espacio llamado “ahora”. Y mientras estés en ese lugar estarás contigo mismo.
El conductor está en su asiento, el motor en el capó, el depósito en su sitio, la gasolina fluye y todo funciona perfectamente. Sin embargo, a ti, como conductor, se te ha dado una capacidad asombrosa: puedes proyectarte hacia el futuro. En realidad, no sabes como será; es un simulacro. O puedes volar hacia el pasado. Pero siempre debes regresar al “ahora”. Si te quedas colgado en el pasado, eres seducido por la simulación, no estás contigo mismo. Y cuando no estás contigo mismo, surge la ambigüedad. Entonces ya nadie conduce. El resultado es inconsciencia, y de la inconsciencia llega el dolor del pasado, creado por el dolor. Del pasado llego el miedo. En tu imaginación, puedes volar de un lugar a otro, y así lo haces, pero no en la realidad. Recoges miedo del pasado y lo proyectas hacia el futuro, y todo por una razón: para no volver a sentir de nuevo el dolor.
Sin embargo, por mucho que vayas y vengas, nunca evitarás el dolor. Sólo hay una forma de lograrlo. Para empezar, el dolor apareció porque no había nadie al volante. Fue un momento de inconsciencia. No evitas el dolor desenterrando miedo. Lo evitas sentándote en el asiento y diciendo: “No abandono, me quedo aquí mismo”, y eso no es fácil.
Cada uno de vosotros tiene un sueño, pero para soñar este sueño tan especial, tenéis que estar despiertos, tenéis que ser conscientes. Este sueño trata de ti, de tu vida, de la realidad. Es un sueño sobre el amor y la gratitud que yace encerrada en cada ser humano. Déjala que cante.
“En ti reside el simple silencio, permanece callado y escucha”
“Todos los caminos acaban, y del mismo modo, todos los viajes que se hacen por ellos acabarán algún día. Encuentra el universo dentro de ti y podrás viajar para siempre.”

Maharaji

http://sabervscreer.wordpress.com/2012/07/22/el-sueno-consciente-maharaji/

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