3 de marzo de 2014

Huerto escolar se presenta como solución sustentable ante desnutrición infantil en Argentina

Bajo el lema “estamos sembrando el futuro” Huerta Niño colabora en escuelas carenciadas con raciones alimentarias y además fomenta la cultura de trabajo.

Fundación Huerta Niño desarrolla solución sustentable en diferentes escuelas. (http://mihuerta.org.ar)


La Fundación Huerta Niño, con sede en la ciudad de Buenos Aires, propone desde hace 15 años una manera sana y sustentable de aliviar la desnutrición y la malnutrición infantil en Argentina, mediante la construcción de huertas en escuelas rurales de zonas desfavorecidas.

En una entrevista con La Gran Época, Bárbara Kuss, coordinadora del proyecto, comentó que la propuesta es que el proyecto sea nutricional y educativo, “esto hace que sea sustentable y que dure toda la vida”, expresó.

Los escolares acceden a la huerta para obtener su aprendizaje, “porque la idea no es solo darles de comer sino que aprendan que con esa semilla nunca más van a tener hambre, para esto adquieren conocimientos de por vida”.

Asimismo agregó que en realidad se trata de “recuperar los conocimientos”, porque son lugares históricamente agricultores y que esta generación los ha perdido.Actualmente Huerta Niño cuenta con proyectos en curso y en mantenimiento en todas las provincias del país.

Kuss explicó que los cultivos obtenidos se consumen en el comedor del

colegio y que el proyecto atraviesa todo el currículo escolar.

Las escuelas presentan un proyecto en donde planifican la manera en que la huerta se va a incluir en los planes de estudio, por ejemplo en matemáticas pueden estudiar el perímetro de la huerta, en artes plásticas la dibujan, en lengua hacen descripciones, todo de acuerdo a la edad de los niños, explicó Kuss.

“De esta manera nos aseguramos que los chicos que tienen entre 5 y 6 años atravesaron todo su currículo escolar a través de la huerta. Son conocimientos adquiridos de por vida y luego esto se va replicando en las casas”, agregó.

La coordinadora señaló que si bien Huerta Niño nació como una necesidad nutricional, con el tiempo se fueron encontrando con otras necesidades, como en el caso del problema de violencia que hay en el interior de la provincia de Buenos Aires.

Kuss relató un caso que ocurrió en Burzaco, en el cono urbano bonaerense, en donde los directivos, a través del trabajo en la huerta, comenzaron a fomentar el trabajo en equipo, la paciencia y otros valores.

Esto trajo como resultado que la violencia disminuyera notablemente, según el testimonio de los directivos y de los propios jóvenes.

“Es increíble lo que cuentan, un chico adquiere conocimientos, no provoca más violencia y encima entiende que es una solución charlar, cambiar de contexto, hacer algo en común para no pelearse más o para poder entender las diferencias desde otro lugar, ahí entendimos que el proyecto tiene diferentes fines en función de que hay diferentes necesidades a lo largo de toda la Argentina”, expresó emocionada.

Fomentar el trabajo

Kuss relató otro caso que se sucedió en la provincia de Mendoza, cuando fueron a relevar por última vez. Ese día había mucha nieve, sin embargo, cuando entraron al invernáculo, éste se veía lleno de flores.

Los niños habían decidido sembrar flores en marzo para cosecharlas en octubre, en el día de las madres, y así poder venderlas y utilizar ese dinero para regalarles algo a sus mamás.

“Si esos chicos en marzo están pensando que van a hacer en octubre para poder regalarles algo a sus mamás, pero para eso tienen que atravesar unos 5 o 6 meses de trabajo, de esfuerzo, de paciencia, entonces estamos en presencia de chicos que están alejados del cortoplacismo, queentendieron que hay que trabajar, planificar y cuidar algo para llegar a un resultado positivo y que hay que trabajar en equipo, es decir a veces es darles de comer y a veces es ofrecerles a los chicos otra apertura y otra visión de la huerta y tomar oportunidades de futuro para ellos mismos”, expresó la profesional.

Orígenes

Si bien este año Huerta Niño va cumplir los 15 años, nació hace 40 años con una idea que fue llevada a la práctica varios años después.

El ingeniero Felipe Lobert, fundador de Huerta Niño, en un viaje solidario al Chaco se encontró con una dura realidad, una maestra le dijo que no importa cuánto ayudara estructuralmente, que no hay colaboración que valga la pena si “los chicos tienen hambre”.

Lo que sorprendió más al ingeniero, más allá del duro testimonio, fue ver un terreno de tal magnitud, un vergel desaprovechado y prometió volver tiempo después con una solución sustentable.

Así lo hizo hace 15 años, emplazando una huerta que aún sigue en pie, contando con la colaboración del INTA(Instituto Nacional de Tecnología Alimentaria), quien promueve la huerta orgánica y que tiene los conocimientos técnicos necesarios.

“Hoy hacemos 25 huertas por año, hemos llegado a hacer 40 huertas por año, pero también tenemos que tener en cuenta que ya son 200 en todo el país”, destacó la coordinadora.

“El proyecto es noble y busca crecer en función del proyecto mismo, no por las personas, no por lo institucional… sabe hacer huertas y eso es lo que hacemos, lo hacemos bien y tenemos foco y trabajamos con un equipo de gente que piensa exactamente lo mismo, que no solo sabe hacer su trabajo y aporta su valor sino que quiere estar trabajando donde está trabajando”, resaltó.


Por Celeste Caminos - La Gran Época

http://www.lagranepoca.com/31141-huerto-escolar-se-presenta-como-solucion-sustentable-desnutricion-infantil-argentina#at_pco=tcb-1.0&at_tot=5&at_ab=-&at_pos=0

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