Esta mañana, mientras caminaba lentamente y con plena presencia por un bosque de robles, vi salir el sol, brillante y anaranjado en el horizonte. La imagen me transportó de inmediato a la India, donde el año pasado, con un grupo guiado por Thich Nhat Hanh, recorrí los lugares donde le Buda impartió sus enseñanzas. Caminando hacia una cueva cercana a Bodh Gaya, nos detuvimos en un campo rodeado de arrozales a recitar éste poema:
La paz está a cada paso.
El sol rojo y radiante es mi corazón.
Cada flor sonríe conmigo.
Que verde y tierno es todo lo que crece.
Qué fresco es el viento.
La paz está a cada paso.
Transforma el sendero interminable en alegría.
Estos versos resumen la esencia del pensamiento de Thich Nhat Hanh: la paz no es algo externo ni algo que deba perseguirse o conquistarse. Para alcanzarla, basta con vivir plenamente el presente, en forma pausada, disfrutando cada paso y cada respiración. La paz ya está presente en cada paso, y si caminamos así, las flores se abrirán bajo nuestros pies a cada paso. De hecho, las flores nos sonreirán y nos desearán el bien a lo largo del camino.
En una sociedad como la nuestra, que da tanta importancia a la rapidez, la eficacia y el éxito material, la capacidad de Thich Nhat Hanh de caminar pausada, serena y atentamente y de enseñarnos a hacerlo, explica el
entusiasmo con que ha sido recibido en occidente. Aunque se expresa con sencillez, lo que trasmite revela la quinta esencia de un profundo conocimiento de la realidad que proviene de sus meditaciones, su formación y la labor que realiza.
Sus enseñanzas se centran en la respiración consciente – el estar atento a cada respiración- y, a través de esto, en estar plenamente presentes en cada acto de la vida cotidiana. Para él, la meditación no es una actividad que se circunscriba a la sala de meditación. Es igualmente sagrado lavar platos con plena consciencia, hacer una profunda reverencia o encender incienso. También nos dice que con solo sonreír, relajamos cientos de músculos en todo el cuerpo, lo que él define como “yoga bucal”.
Thich Nhat Hanh nos recuerda que la paz y la felicidad están a nuestro alcance, basta con calmar nuestra distraída corriente de pensamientos, de tal modo que podamos regresar al momento presente y tomar consciencia del cielo azul, la sonrisa de un niño, un hermoso amanecer.
“Si estamos en paz, felices, podemos sonreír, y todos los miembros de nuestra familia, toda la sociedad, pueden disfrutar de nuestra paz”.
Extraído por Tahíta del libro de Papel y Tinta “La Paz está en cada Paso” de Thich Nhat Hanh
Autor: Arnold Koetler
Fuente.Introducción al libro “La Paz está en cada Paso” de Thich Nhat Hanh
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