Si uno no se deja llevar por falsas suposiciones y extrañas premisas… sabrá que existe una conciencia colectiva, una biblioteca de información común a todos los seres que está continuamente siendo escrita y reescrita. Sabrá, que no hay sitio para la casualidad y si para la causa-lidad. Sabrá que sabe, y que es el que es.
No hay lugar a las profecías. Nadie podrá ni decir ni predicar sobre lo que será. ¿ Acaso alguien sabe lo que fué o lo que pudo haber sido?
El futuro se construye y se escribe cada día, y es el resultado de la suma de todas las entidades que escriben el suyo, trabajando para un resultado final y común. La única diferencia entre cada una de estas sumas, es el nivel de conciencia o de inconsciencia con la que lo
acometan. Lo que tenemos, será el resultado de lo que todos hayamos hecho pensado y vivido, y solo será un día más en la larga e inabastable danza que es la vida, donde nada falta y nada sobra.
Un hombre sabio, dijo que había conocido a personas que por si solas, eran capaces de mantener la conciencia colectiva del planeta. La buena noticia, es que todos somos esas personas; la única diferencia, es el diferente nivel de conciencia y sobretodo de intención.
Esas mentes lúcidas y conscientes, son las que más contribuyen e influyen sobre esta conciencia colectiva, para que entre todos, escribamos este gran capítulo de la historia titulado el Nuevo Paradigma. ¿ Acaso no sentimos en algún momento como un flash de ideas frescas y lúcidas que nos invaden? Son los signos del cambio de paradigma, la piel que muta, signos inequívocos de que la conciencia colectiva cuando trabaja unida… se expande.
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