El cerebro humano consta de dos hemisferios, unidos por el cuerpo calloso, que se hallan relacionados con áreas muy diversas de actividad y funcionan de modo muy diferente, aunque complementario.
Podría decirse que cada hemisferio, en cierto sentido, percibe y proyecta su propia realidad; o quizás deberíamos decir que percibe (y proyecta) la realidad a su manera. Ambos utilizan modos de cognición de alto nivel. Es un logro de la evolución. Precisamente, es lo que nos diferenció rapidamente del resto de los homínidos.
Y creció tanto, no en tamaño precisamente, pero empezó a establecer nuevas conexiones, nuevas áreas y redes neuronales (como el área del lenguaje articulado que está en el lado izquierdo o la corteza motora), la capa de sustancia gris se hizo más espesa y al necesitar lugar comenzó a plegarse y a diferenciarse; particularmente el lóbulo frontal relacionado con la personalidad, los sentimientos y la atención. Y nuevas funciones instalaron nuevos programas, cada vez más complejos, y asi se fué desarrollando. La capacidad del cerebro es impresionante, apenas rozamos la superficie. Es importante saber como funciona, como pensamos; despues de todo, somos nosotros mismos los programadores, y los pensamientos construyen la realidad, obviamente la de cada uno. Asi que aqui va una primera descripción funcional.
Nuestros cerebros son dobles, y cada mitad o hemisferio, tiene su propia forma de conocimiento, su propia manera de percibir la realidad externa (e interna). Podríamos decir, en cierto modo, que cada uno de nosotros tiene dos mentes conectadas e integradas por el cable de fibras nerviosas que une ambos hemisferios. Ningún hemisferio es más importante que el otro. Para poder realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios, especialmente si es una tarea complicada. Lo que se busca siempre es el equilibrio. El equilibrio se da como resultado de armonizar polaridades, y no mediante tratar de eliminar una de ellas. La vida moderna hace que predomine más el lado izquierdo, y es evidente, es el más funcional.
Cada hemisferio cerebral tiene un estilo de procesamiento de la información que recibe.
«El hemisferio izquierdo analiza en el tiempo, mientras que el derecho sintetiza en el espacio.» Jerre Levy «Psychobiological Implications of Bilateral Asymmetry»
Nuestros cerebros son dobles, y cada mitad o hemisferio, tiene su propia forma de conocimiento, su propia manera de percibir la realidad externa (e interna). Podríamos decir, en cierto modo, que cada uno de nosotros tiene dos mentes conectadas e integradas por el cable de fibras nerviosas que une ambos hemisferios. Ningún hemisferio es más importante que el otro. Para poder realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios, especialmente si es una tarea complicada. Lo que se busca siempre es el equilibrio. El equilibrio se da como resultado de armonizar polaridades, y no mediante tratar de eliminar una de ellas. La vida moderna hace que predomine más el lado izquierdo, y es evidente, es el más funcional.
Cada hemisferio cerebral tiene un estilo de procesamiento de la información que recibe.
«El hemisferio izquierdo analiza en el tiempo, mientras que el derecho sintetiza en el espacio.» Jerre Levy «Psychobiological Implications of Bilateral Asymmetry»
Hemisferio Izquierdo
El hemisferio izquierdo procesa la información analítica y secuencialmente, paso a paso, de forma lógica y lineal. El hemisferio izquierdo analiza, abstrae, cuenta, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza, piensa en palabras y en números, es decir contiene la capacidad para las matemáticas y para leer y escribir.
La percepción y la generación verbales dependen del conocimiento del orden o secuencia en el que se producen los sonidos. Conoce el tiempo y su transcurso. Se guía por la lógica lineal y binaria (si-no, arriba-abajo, antes-después, más-menos, 1,2,3,4 etc.).
Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento convergente, obteniendo nueva información al usar datos ya disponibles, formando nuevas ideas o datos convencionalmente aceptables.
Aprende de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos y reglas.
Analiza la información paso a paso.
Quiere entender los componentes uno por uno.
Hemisferio Derecho
El hemisferio derecho, por otra parte, parece especializado en la percepción global, sintetizando la información que le llega. Con él vemos las cosas en el espacio, y cómo se combinan las partes para formar el todo. Gracias al hemisferio derecho, entendemos las metáforas, soñamos, creamos nuevas combinaciones de ideas.
Es el experto en el proceso simultáneo o de proceso en paralelo; es decir, no pasa de una característica a otra, sino que busca pautas y gestaltes. Procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva.
Este hemisferio se interesa por las relaciones. Este método de procesar tiene plena eficiencia para la mayoría de las tareas visuales y espaciales y para reconocer melodías musicales, puesto que estas tareas requieren que la mente construya una sensación del todo al percibir una pauta en estímulos visuales y auditivos.
Con el modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se producen llamaradas de intuición, momentos en los que «todo parece encajar» sin tener que explicar las cosas en un orden lógico. Genial! Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y cantidad de ideas nuevas e imaginativas, más allá de los patrones convencionales.
Aprende del todo a la parte. Para entender las partes necesita partir de la imagen global.
No analiza la información, la sintetiza.
Es relacional, no le preocupan las partes en sí, sino saber como encajan y se relacionan unas partes con otras.
Es el experto en el proceso simultáneo o de proceso en paralelo; es decir, no pasa de una característica a otra, sino que busca pautas y gestaltes. Procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva.
Este hemisferio se interesa por las relaciones. Este método de procesar tiene plena eficiencia para la mayoría de las tareas visuales y espaciales y para reconocer melodías musicales, puesto que estas tareas requieren que la mente construya una sensación del todo al percibir una pauta en estímulos visuales y auditivos.
Con el modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se producen llamaradas de intuición, momentos en los que «todo parece encajar» sin tener que explicar las cosas en un orden lógico. Genial! Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y cantidad de ideas nuevas e imaginativas, más allá de los patrones convencionales.
Aprende del todo a la parte. Para entender las partes necesita partir de la imagen global.
No analiza la información, la sintetiza.
Es relacional, no le preocupan las partes en sí, sino saber como encajan y se relacionan unas partes con otras.
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