Las uvas mejores se dan donde hay sol, en los climas cálidos. Se cree que su origen fue en Asia, y que los griegos las llevaron a Italia y Francia, fueron los romanos los que desarrollaron la viticultura. Básicamente existen dos tipos de uvas: la blanca y la negra. La mayor parte de la producción es usada para la obtención de vino, y tan sólo una pequeña parte se emplea para el consumo de la uva fresca.
Están compuestas por ácido tartárico y málico, glucosa, levulosa, flavónicos, glucósidos taninos, fósforo, potasio, hierro, iodo, arsénico, fibras y vitamina C.
Beneficios:
Es depurativa, diurética, activa y mejora el funcionamiento del hígado y de los riñones, es laxante si se come con la piel.
Las pepitas contienen un aceite esencial con actividad sobre el colesterol, regulándolo, en la arteriosclerosis, y en las enfermedades del corazón.
Es curativa en las enfermedades de la piel, insuficiencia del hígado, exceso de ácido úrico y gora y en la albuminuria.
La cura de uvas la inventaron los romanos, consiste en tomar sólo uvas durante siete o nueve días, es ideal para desintoxicar, bajar de peso, en los casos de fiebre y para rejuvenecer.
Las pasas son mejores que las frescas porque contienen concentradas sus propiedades, además son laxantes, muy buenas para los problemas de memoria y en las personas que realizan un trabajo intelectual.
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