¿Para qué tener una actitud positiva ante los problemas si esa actitud no cambia nuestra realidad?
Es cierto que ser positivos no cambia lo que nos está pasando, pero cuando adoptamos una actitud positiva, toda nuestra energía vital se enfoca de manera diferente ante la vida.
A veces simplemente esa actitud nos anima a aceptar lo que estamos viviendo. Hay situaciones que no podemos cambiar pero sí podemos cambiar nuestra manera de encararlas.
No nos dejemos abatir por las provocaciones de la vida. En nosotros hay un potencial inmenso. Si caemos en ver la vida de manera negativa, sin dudas nos despertaremos cada día rogando que sea el último.
Las emociones negativas que tiñen todo de oscuridad y muchas veces nos hacen ver las cosas de manera diferente a como realmente son.
La mayoría de nosotros sostiene una conversación mental constante. Nos hablamos a nosotros mismos durante todo el día y, desafortunadamente, muchas veces estas “conversaciones internas” son negativas.
Es mucho más fácil tener una actitud positiva si te focalizás en los buenos momentos de tu vida. Si bien es inevitable que tengas desafíos y problemas, tenés que recordarte que la vida consiste de altos y bajos, y que en nosotros siempre hay un gran potencial de salir adelante. Cuando uno pone su fuerza de voluntad hacia las soluciones, éstas aparecen.
Por lo tanto, elegí llenar tu mente con imágenes y pensamientos positivos. Hacelo un hábito consciente. Sé agradecido de lo que tenés, de tus afectos. Tu charla interna va a comenzar a cambiar y a alinearse con esa sensación de bienestar. Un estado de agradecimiento ayuda muchísimo a tu estado de ánimo positivo.
¿De qué sirve la queja constante? ¿de qué sirve pensar en negativo? De nada.
Sé inteligente y encará la vida con entusiasmo y sea lo que sea que esté pasando, será transitado suavemente.
http://espiritualidaddiaria.infobae.com/una-actitud-positiva-transforma-los-problemas/
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