"Empiezas a notar esas olas, esos pensamientos, sensaciones, sentimientos, incluso intensas olas de dolor, intensas olas de confusión, intensas olas de miedo moviéndose a través de ti... y como el océano, como la consciencia misma, hay espacio suficiente para todo esto. ¡Siempre hay espacio suficiente en ti!
Si no hubiera espacio suficiente para las olas, si no hubiera espacio suficiente en ti para el dolor, ¡el dolor no estaría ahí! Si no hubiera espacio suficiente para el miedo, el miedo no estaría allí. Entonces, el mismo hecho de que la ola esté presente sugiere que en cierto sentido tú YA LA ESTÁS ACOGIENDO.
Esta ola, esta tristeza, este miedo, este dolor, es realmente el océano disfrazado. Es realmente la consciencia vestida de dolor. Es la consciencia vestida de miedo. Es la consciencia vestida de duda. Se podría decir que en el nivel más profundo, el océano ACEPTA todas sus olas. O que el océano PERMITE todas sus olas. ¡Y no estoy diciendo que el océano decida admitir
sus olas, o elija admitir sus olas! No es que la consciencia se despierte por la mañana y se diga a sí misma: "De acuerdo, hoy voy a admitir todas mis olas."
Es algo mucho más profundo que eso... Porque en un sentido, el océano no tiene elección, el océano ES todas y cada una de sus olas, ¡no hay ninguna separación! Eso es a lo que me refiero cuando uso la palabra 'aceptación'. Es la más profunda aceptación - no una aceptación que tú llevas a cabo, esta es la clave, esta es la clave absoluta porque, a menudo, cuando utilizamos la palabra aceptación, lo que oímos es: "De acuerdo, de acuerdo, yo tengo que aceptar. Tengo que aceptar este momento. Necesito aceptar este dolor. Necesito aceptar estos pensamientos. Necesito aceptar estos pensamientos. Necesito aceptar este miedo. Necesito aceptar... esta duda".
Así, la aceptación se convierte en un proyecto, en una tarea, en un 'hacer'... y eso, para mí, hace años, era algo que intentaba hacer todo el tiempo. Me esforzaba demasiado en aceptar la confusión, la duda, la ira. Porque, ¡EN SECRETO, CREÍA QUE SI PODÍA ACEPTAR EL DOLOR, ÉSTE DESAPARECERÍA!
Ahora me doy cuenta... eso no era la verdadera aceptación, era más bien un 'voy a deshacerme de esto a través de usar la aceptación.' ¡En realidad, era rechazo... disfrazado de aceptación! Y yo quería ser ese maravilloso ser humano capaz de aceptarlo todo. Creí que de eso se trataba la iluminación: convertirme en el Jeff que acepta todo, perfectamente...
- Jeff Foster
(Imagen: The_sun_2_by_satiiiva)
Así, la aceptación se convierte en un proyecto, en una tarea, en un 'hacer'... y eso, para mí, hace años, era algo que intentaba hacer todo el tiempo. Me esforzaba demasiado en aceptar la confusión, la duda, la ira. Porque, ¡EN SECRETO, CREÍA QUE SI PODÍA ACEPTAR EL DOLOR, ÉSTE DESAPARECERÍA!
Ahora me doy cuenta... eso no era la verdadera aceptación, era más bien un 'voy a deshacerme de esto a través de usar la aceptación.' ¡En realidad, era rechazo... disfrazado de aceptación! Y yo quería ser ese maravilloso ser humano capaz de aceptarlo todo. Creí que de eso se trataba la iluminación: convertirme en el Jeff que acepta todo, perfectamente...
- Jeff Foster
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