“¡Mis pensamientos me están volviendo loco!” “Si tan sólo pudiera desconectar mi mente, podría ser feliz.” Debido a que nuestros pensamientos a menudo nos abruman, nos confunden, nos frustran, e incluso a veces parecen torturarnos, hay veces que deseamos que la mente tuviera un botón de APAGADO. Creemos que si pudiéramos de alguna manera apagar esa ‘ruidosa máquina en la cabeza’, tendríamos paz.
Sin embargo, lo que los grandes sabios y místicos nos han dicho en repetidas ocasiones a través de la historia es que la solución NO está en el intento de desembarazarnos de nuestros pensamientos, sino más bien en detener nuestra habitual y robótica tendencia a identificarnos con ellos. Esto, por sí solo, dice el gran maestro Advaita Nisargadatta, es lo que es responsable de nuestro sufrimiento:
“Para mí mismo, yo no soy ni perceptible ni concebible; no hay nada hacia lo que pueda apuntar y decir: ‘esto es lo que soy.’ Tú sueles identificarte a ti
mismo con cualquier cosa, con mucha facilidad; yo lo encuentro imposible. La sensación ‘Yo no soy esto o aquello, o nada es mío’ es tan fuerte en mí que tan pronto como surge un pensamiento o una cosa, surge al mismo tiempo el sentido ‘esto no soy yo.’” – Nisargadatta Maharaj
Entonces, resulta que no es el pensamiento en sí mismo la causa de nuestra infelicidad, sino el hecho de IDENTIFICARNOS con él. Cuando me identifico con algo significa que estoy reclamando que ESO soy YO. Por ejemplo, mi fotografía en mi pasaporte o en mi licencia de conducir.
“La imagen de mí mismo no es estable, no es confiable debido a que siempre está cambiando.” - Mooji
Independientemente de que la fotografía haya salido bien o mal, ¿acaso ésta es tu verdadero Yo? ¿Acaso eres tú, realmente, esa fotografía? No, por supuesto que no.
Del mismo modo, tus PENSAMIENTOS jamás son el TÚ verdadero. ¿Por qué? Porque tus pensamientos vienen y van, ellos no están conscientes de ti, como dice Mooji: ‘Los pensamientos te informan a ti, no tú a los pensamientos.’
Esta es la razón por la que creer en nuestros pensamientos nos lleva al sufrimiento. Porque estamos poniendo nuestra atención/identidad en una apariencia mental transitoria y fugaz.
Quédate en Casa...
Entonces ¿Qué alternativa tenemos? He aquí: Quédate en casa. No abandones tu centro. No te muevas. Mantente quieto. Permite que tu atención se funda en el silencio. Punto Cero. Date cuenta que, dado que ya eres Consciencia, no podríamos estar hablando de convertirte en ella. Y como ya eres ella, tampoco podemos hablar de ir hacia algún lugar para conseguirla. Tan sólo puede haber una clara visión, un claro reconocimiento de la luz de la Consciencia que está consciente, en forma natural, de estas palabras, pero que no depende de ellas para existir.
En pocas palabras, los pensamientos necesitan de TI para existir, pero tú no los necesitas a ellos. Por lo tanto, para que ellos puedan convertirse en una creencia fastidiosa, necesitan de tu cooperación. O más específicamente, de tu energía. ¿Por qué? Porque ellos adquieren la energía -para convertirse en una creencia- de la única fuente de poder que existe: ¡tu ATENCIÓN! Deja de darles poder a tus pensamientos (a través de tu atención o interés) y ¿qué sucede? Como un ventilador que se desconecta, las aspas comienzan a girar más lento y eventualmente se detienen.
La cuestión es que no puedes fingirlo. Si aún sigues creyendo en tus pensamientos, y sigues, por lo tanto, sufriendo, es debido a que estás interesado en ellos hasta cierto grado. Recuerda, hemos creído en ellos por décadas, así que tienes que ser paciente contigo mismo. Puede tomar un tiempo para que los pensamientos pierdan su encanto, su atractivo.
“Yo no soy un objeto en la Consciencia, sino su Fuente, su Testigo, pura Presencia Consciente sin forma.” –Nisargadatta Maharaj
Sé por mi propia experiencia, y por la de los demás, que no es fácil dejar ir nuestra identidad ‘personal’. Después de todo, es lo único que hemos conocido a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, este es exactamente el punto: eso es lo que sabemos, pero no lo que SOMOS.
Muchas personas desean sinceramente la libertad, pero una parte de ellos se siente sumamente atemorizada de permitir que el silencio los tome por completo. Imaginan que la vida será aburrida o que sólo les quedará sentarse en el sofá, comer comida chatarra y ver televisión todo el día. Sin embargo, esta historia es tan sólo el débil intento que hace la mente para conservar su empleo. La verdad es que la mente no tiene la menor idea de lo que es despertar, por la simple razón de que el momento presente es atemporal y los pensamientos viven en el tiempo. Por lo tanto, un pensamiento nunca podría despertar.
En cierto modo, estás enseñando a tu mente que está bien descansar y que le llamarás en cuanto necesites de sus servicios. Nuevamente, la mente es útil para asuntos prácticos y de supervivencia, sin embargo, como jefe, deja mucho que desear. Como dice Eckhart: “La mente es un magnífico sirviente, pero un pésimo jefe.”
¿Por qué resulta tan difícil desapegarnos de nuestros pensamientos? Porque los confundimos con aquello que somos. Es la misma forma que tiene un parásito de existir en la naturaleza. Éste engaña a su anfitrión haciéndole creer que es parte de él, de esta manera, no hay ninguna alarma que indique lo contrario. Si tú piensas que algo es tú, simplemente lo aceptas, y es asunto cerrado.
Pero lo que olvidamos es que los pensamientos están hechos de lenguaje. Y el lenguaje, debe ser aprendido – y el aprendizaje toma tiempo. Y así, durante los primeros meses de tu existencia, no tenías ninguna consciencia de los pensamientos y aún así, ¡existías perfectamente bien!!! Esto sólo puede significar una cosa: ¡Tú NO eres tus Pensamientos!
Sin embargo, el simple estar de acuerdo con esta afirmación no alivia el sufrimiento. ¿Por qué? Porque el entendimiento es aún intelectual, conceptual. Debe ser visto directamente, por uno mismo, en la experiencia propia, para que la comprensión penetre en el ser y así pueda ser vivido.
Consideraciones Finales...
Cuando creemos en nuestros pensamientos, sufrimos. La paz surge espontáneamente cuando la adicción de identificarnos con los pensamientos se rompe. Cuando esto sucede, puedes descubrir que la Vida no necesita que te identifiques con los pensamientos para que Ésta funcione. ¡De hecho, la buena noticia es que la Existencia funciona incluso mejor sin ‘ti’ en el camino! En cierto modo, el ‘yo’ es lo que bloquea el flujo natural y la armonía de la Vida. En otras palabras, cuanto menos ‘yo’, más amor.
(Imagen: by_grotesquedarling13-d7wkpt8)
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