Suzanne sostiene que la alimentación consciente significa saber lo que comes, cómo lo comes y cuándo lo comes.
¿Qué comemos?
Generalmente, llevamos una vida sedentaria en la que no somos constantes a la hora de hacer ejercicio, comemos rápido y no solemos cuidar nuestra dieta. Muchas veces no sabemos qué comemos y cómo lo digiere nuestro cuerpo.
Por lo tanto, es fundamental, conocer cómo funciona nuestro cuerpo, cuáles son las necesidades de oxigenación, qué acidifica, qué alcaliniza etc.
El cuerpo humano satisface sus necesidades de oxigenación a través de la respiración.
En el aire que respiramos se encuentra el oxígeno que demanda nuestro cuerpo, pero debido a que las reservas de oxígeno del cuerpo humano son casi nulas, nos vemos en la necesidad de introducir oxígeno en el cuerpo continuamente.
Un adulto respira entre doce y veinte veces por minuto, mientras que un bebé
recién nacido respira entre cuarenta y sesenta veces por minuto.
Por lo que se refiere a la relación entre lo ácido y lo básico (alcalino), el grado de alcalinidad y acidez se mide por medio de una escala de Ph (potencial de hidrógeno), en la que cero es el ácido extremo y 14 el alcalino extremo, siendo 7 el valor neutro.
La sangre debería mantener un pH de entre 7,40 y 7,45, esto es, ligeramente básico o alcalino.
Generalmente, llevamos una vida sedentaria en la que no somos constantes a la hora de hacer ejercicio, comemos rápido y no solemos cuidar nuestra dieta. Muchas veces no sabemos qué comemos y cómo lo digiere nuestro cuerpo.
Por lo tanto, es fundamental, conocer cómo funciona nuestro cuerpo, cuáles son las necesidades de oxigenación, qué acidifica, qué alcaliniza etc.
El cuerpo humano satisface sus necesidades de oxigenación a través de la respiración.
En el aire que respiramos se encuentra el oxígeno que demanda nuestro cuerpo, pero debido a que las reservas de oxígeno del cuerpo humano son casi nulas, nos vemos en la necesidad de introducir oxígeno en el cuerpo continuamente.
Un adulto respira entre doce y veinte veces por minuto, mientras que un bebé
recién nacido respira entre cuarenta y sesenta veces por minuto.
Por lo que se refiere a la relación entre lo ácido y lo básico (alcalino), el grado de alcalinidad y acidez se mide por medio de una escala de Ph (potencial de hidrógeno), en la que cero es el ácido extremo y 14 el alcalino extremo, siendo 7 el valor neutro.
La sangre debería mantener un pH de entre 7,40 y 7,45, esto es, ligeramente básico o alcalino.
¿Qué alimentos son alcalinos y cuáles son ácidos?
Uno de los principales factores que influye en la acidificación del cuerpo es la alimentación. Los alimentos que acidifican pueden producir enfermedades y es aconsejable evitarlos en la medida de lo posible.
A modo de ejemplo, los alimentos que acidifican son los siguientes: azúcar refinada y sus derivados, alcohol, tabaco, harina y sus derivados, todas las conservas que contengan conservantes y colorantes etc.
Entre los alimentos que nos ayudan a mantener un nivel ligeramente alcalino en sangre destacan las verduras y frutas crudas, semillas y frutos secos, plantas verdes (aloe vera, algas, por ejemplo), etc.
¿Cómo comemos?
Es esencial ser conscientes de cómo comemos los alimentos. No sólo es importante saber la diferencia entre comerlos crudos o cocidos, sino que también es fundamental saber combinar los alimentos correctamente.
Suzanne Powell sostiene que es muy importante la forma de alimentarnos tanto en la vida cotidiana, como durante una enfermedad y que una correcta combinación de alimentos ayuda a digerir bien.
Por ejemplo, Suzanne afirma que si combinamos proteínas con almidones, no digerimos convenientemente ninguno de los dos, ya que cada grupo alimenticio requiere un ambiente específico. La proteína se disuelve en ácido mientras que el carbohidrato, necesita un ambiente más alcalino.
Nuestro cuerpo tiene diferentes enzimas que trabajan en función del alimento que estemos masticando. Cuando mezclamos alimentos que no están bien combinados como por ejemplo arroz con ensaladas aliñadas con limón o vinagre, creamos una mezcla que hace muy difícil la digestión y nos puede producir molestias.
Es esencial ser conscientes de cómo comemos los alimentos. No sólo es importante saber la diferencia entre comerlos crudos o cocidos, sino que también es fundamental saber combinar los alimentos correctamente.
Suzanne Powell sostiene que es muy importante la forma de alimentarnos tanto en la vida cotidiana, como durante una enfermedad y que una correcta combinación de alimentos ayuda a digerir bien.
Por ejemplo, Suzanne afirma que si combinamos proteínas con almidones, no digerimos convenientemente ninguno de los dos, ya que cada grupo alimenticio requiere un ambiente específico. La proteína se disuelve en ácido mientras que el carbohidrato, necesita un ambiente más alcalino.
Nuestro cuerpo tiene diferentes enzimas que trabajan en función del alimento que estemos masticando. Cuando mezclamos alimentos que no están bien combinados como por ejemplo arroz con ensaladas aliñadas con limón o vinagre, creamos una mezcla que hace muy difícil la digestión y nos puede producir molestias.
¿Cuándo comemos?
Los distintos tipos de alimentos deben ser no sólo combinados correctamente, sino además ingeridos en los momentos del día en que se digieren mejor.
También es importante tener en cuenta la estación en la que estamos y comer la fruta o verdura que corresponde a esa estación, ya que aunque actualmente tenemos a nuestra disposición casi todas las frutas y verduras todo el año, son tratadas de forma artificial.
Por la mañana para desayunar es aconsejable tomar fruta de temporada y yogur con cereales integrales.
Para comer es recomendable tomar ensaladas y carbohidratos, junto con fruta de temporada, y para la cena podemos combinar una ensalada con carne o pescado (proteínas).
Si tenemos la tentación de picar algo entre horas es mejor que sean frutos secos, té verde, yogur etc.
Sabiendo lo que comemos, cuando lo comemos y
cuándo lo comemos, ayudaremos a nuestro organismo a
digerir y metabolizar correctamente
En definitiva, se trata de ser conscientes de lo que comemos y de cómo combinar los distintos tipos de alimentos para que nuestra salud y nuestro cuerpo se vean beneficiados, actuando siempre bajo supervisión de un especialista.
“El hombre inteligente debería considerar que la salud es la mayor de las bendiciones humanas. Que la comida sea tu medicina.”
-Hipócrates-
Los distintos tipos de alimentos deben ser no sólo combinados correctamente, sino además ingeridos en los momentos del día en que se digieren mejor.
También es importante tener en cuenta la estación en la que estamos y comer la fruta o verdura que corresponde a esa estación, ya que aunque actualmente tenemos a nuestra disposición casi todas las frutas y verduras todo el año, son tratadas de forma artificial.
Por la mañana para desayunar es aconsejable tomar fruta de temporada y yogur con cereales integrales.
Para comer es recomendable tomar ensaladas y carbohidratos, junto con fruta de temporada, y para la cena podemos combinar una ensalada con carne o pescado (proteínas).
Si tenemos la tentación de picar algo entre horas es mejor que sean frutos secos, té verde, yogur etc.
Sabiendo lo que comemos, cuando lo comemos y
cuándo lo comemos, ayudaremos a nuestro organismo a
digerir y metabolizar correctamente
En definitiva, se trata de ser conscientes de lo que comemos y de cómo combinar los distintos tipos de alimentos para que nuestra salud y nuestro cuerpo se vean beneficiados, actuando siempre bajo supervisión de un especialista.
“El hombre inteligente debería considerar que la salud es la mayor de las bendiciones humanas. Que la comida sea tu medicina.”
-Hipócrates-
Por: Arantxa Alvaro Fariñas
http://lamenteesmaravillosa.com/comer-es-una-necesidad-pero-comer-de-forma-inteligente-es-una-arte/
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