Socialmente, vivimos en un entorno donde las críticas son un requisito indispensable y una forma de compartir las emociones que generamos sobre los demás. Tu familia, la pareja, tus hijos, en el trabajo… Parcelas donde el feedback de la otra persona es necesario y crucial para lograr la base de una buena relación.
Hoy me gustaría hablaros de la crítica positiva, pero también tocaremos su faceta negativa, la que más daño nos puede hacer interiormente.
Las razones y el origen de por qué el ser humano tiene el hábito de criticar a otros, se encuentra en relación con problemas o debilidades propias de la persona que está originando la crítica.
¿Para qué criticamos?
- Para gustar a otros. Es cierto que muchos de nosotros nos hemos dejado llevar por las críticas que comienza a crear nuestro amigo del alma, simplemente por seguir el hilo del tema y no parecer diferentes, esperando
hacer sentir bien a la persona en cuestión. Seguramente esto nos funcione en ese momento, pero estaremos mostrando con ello que somos personas poco fiables. Si además lo haces delante de más personas, estas pensarán que en su ausencia también las críticas, dificultando tu sana relación con ellas.
- No nos encontramos a gusto con nosotros mismos. Cuando no nos encontramos conformes con nuestra persona y nosotros mismos, criticamos con el fin de que nuestros defectos personales parezcan menos grandes.
También es habitual en este punto, realizar críticas de los demás con el propósito de intentar encontrar una salida a nuestros propios errores y disimularlos.
- Es una forma de poder dejar claro, que los demás también cometen errores, no solo nosotros.
- Criticamos las cosas que no nos gustan en nosotros mismos. ¿Y tú cómo te valoras y juzgas a ti mismo cuando llevas a cabo los mismos errores que las personas que criticas? Las personas pueden actuar como nuestro propio espejo, reflejando malos hábitos o acciones que nosotros estamos pasando por alto, sencillamente por tratarse de “nosotros” y nuestro ego.
Si te ocurre esto, aprovecha esta sensación e intenta cambiar lo que no te esté gustando de tu persona.
- Criticamos por envidia. Esto se puede dar porque tenemos envidia de la otra persona por su apariencia o por su dinero. Cuando realizamos críticas hacia las personas que tienen éxito, simplemente lo hacemos para justificar el que nosotros no dispongamos del mismo.
Tengo una teoría al respecto, y es que si sientes envidia de “eso”, es porque puedes lograrlo perfectamente y te encuentras tú también capacitado para conseguir lo que te propongas. Lo que ocurre, es que interiormente te sientes enfadado por no estar atreviéndote a dar el paso, como ha hecho la persona criticada en cuestión y liberas la energía negativa de esa forma.
También es importante ser conscientes que no todos somos iguales, ni tenemos las mismas metas y objetivos que el resto.
Por otro lado, ¿Qué diferencia hay entre una crítica constructiva y una destructiva?
Existen 3 elementos básicos que nos pueden ayudar a detectar la diferencia entre una u otra: la intención, las palabras que usamos y la manera en que estamos diciendo y expresando la crítica.
¿Cómo reaccionamos ante una crítica?
Cuando nos encontramos con una crítica, podemos reaccionar y actuar de diferentes maneras. Lo más importante, es que sepas gestionar y llevar de forma positiva la situación, para evitar tener reacciones exageradas. Si no es así, corres el riesgo de estropear y empeorar tus relaciones con las personas de tú alrededor y, la más importante, contigo mismo.
Para lograr mantenernos serenos y que no nos afecte una crítica, es muy importante desarrollar y potenciar la seguridad y confianza en nosotros mismos. Esto nos ayudará a interpretar adecuadamente la realidad, reconocer nuestros errores y valorar de forma más consciente nuestros éxitos.
Con ello, podrás emplear cualquier crítica como un aprendizaje y sacarle el lado positivo, permitiéndote superarte y mejorarte tanto por dentro como por fuera.
Para poder sacar lo más positivo de una crítica tienes que:
- Reconocer lo que te están diciendo.
- Aclarar y preguntar cuál es la intención del interlocutor.
- No ponernos a la defensiva, queriendo atacar.
- Puedes pedir ideas y sugerencias al respecto.
- Interpreta de forma adecuada y positiva la crítica.
Este hábito tan arraigado, sobre todo en nuestra sociedad y forma de vivir, puede ser muy difícil de eliminar, si estamos demasiado acostumbrados a hablar mal sobre otras personas; si practicas mucho la crítica con tus amistades, y si tu autoestima influye como comentábamos en puntos anteriores.
Si queremos perder este hábito sigue estos consejos:
- Analiza cuáles son las auténticas razones por las que estás criticando. Estas suelen ser debido a necesidades interiores, como lo son el aprecio, reconocimiento y amor.
- La mejor persona para satisfacer tus propias necesidades eres tú mismo. Tenlo en cuenta y acéptate a ti mismo. Esto te llevará a reducir tu propia necesidad de criticar a otros.
- Ten en cuenta que la persona a la que estas criticando podría sentirse ofendida. No hagas un daño innecesario.
- Intenta evitar juzgar con estereotipos. Como bien sabes “las apariencias engañan”
Por: Paula Díaz
http://lamenteesmaravillosa.com/para-que-nos-sirve-la-critica/
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