Tu verdadero nombre no puede ser pronunciado

Siente la cercanía del cuerpo, amigo - la intimidad, la vitalidad.

Siente la cruda energía, la sensación no filtrada en el vientre, en el pecho, en el cuello, en las piernas. 

¿Qué es eso que te está visitando, aquí, ahora? 

¿Quién está anhelando una amable atención en este momento? 

¿Aquél que está agotado? 

¿El que está solo? 

¿El que está confundido? 

¿El que no sabe hacia dónde dirigirse? 

¿El cansado peregrino de la Verdad? 

¿El que desea descansar y no sabe cómo hacerlo? 

¿El frustrado buscador de la iluminación? 

Llámalo por su verdadero nombre.

Date cuenta que este dolor no eres tú, sino un importante visitante en ti,
buscando descanso en tu inmensidad. 

Dale la bienvenida a ese visitante, o por lo menos, da la bienvenida a tu propia incapacidad de dar la bienvenida en algunas ocasiones... y esto es el perdón. 

Deja de intentar averiguar cuál será el 'siguiente paso', deja de intentar calcular la 'respuesta', porque el lugar en donde te encuentras es sumamente fascinante, vivo, y cercano, previo a todas las respuestas. 

E incluso antes de que des el siguiente paso, la Vida es aquí.

Jeff Foster

(Imagen: Ayse Yalcin)

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