Se trata de una amistad incondicional y una infinita bondad contigo mismo. Se trata de brindar seguridad a todas esas indeseadas, no reconocidas, ignoradas olas del océano que eres; se trata de ayudarles a salir desde las profundidades, desde la oscuridad, desde los huecos, esquinas y hendiduras de la experiencia para que finalmente salgan a la luz, titilando y llenas de asombro...
Se trata de dar a luz a ti mismo, para que así, todos los pensamientos tengan finalmente permiso de ser, todas las sensaciones, todos los sentimientos, todos los sonidos, todas esas olas que solíamos etiquetar como "oscuras" o "malas" o "negativas" o "peligrosas" o "pecaminosas" - miedo, ira, aburrimiento, duda, confusión, frustración, impotencia - son finalmente invitadas a llegar a descansar, a respirar, a ser plenamente ellas mismas en el espacio que eres. No se trata de entidades separadas o enemigos, son apariencias íntimas de ti mismo, así es que jamás podrían lastimarte, incluso si te están doliendo, y esto es lo que a veces olvidamos en nuestro apuro de "arreglar" o por lo menos "normalizar" nuestra vida...
Sí, todas esas energías confusas y vibrantes de aquello
que llamamos "vida" son bien recibidas en el espacio ilimitado que eres, el Espacio de Vida en donde toda la creación canta y danza y se pinta a sí misma en un retrato siempre cambiante de este sagrado y ordinario momento...
- Jeff Foster
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