Por ejemplo, el psicólogo Carl G. Jung relata cómo, una vez, una paciente le estaba contando que había soñado con un escarabajo dorado, cuando un escarabajo de ese color entró por la ventana. ¿Puedes creerlo?
¿Qué es la sincronicidad?
Según Jung, una respuesta posible es que la coincidencia de dos o más acontecimientos no relacionados entre sí causalmente, pero cuyo contenido significativo es idéntico o semejante, se da por nuestra manera de percibir los acontecimientos y atribuirles significados.
Esto equivale a decir que las cosas siempre ocurren, pero solo las percibimos cuando estamos abiertos y receptivos a ellas. Es decir que quizás muchos escarabajos pasan todos los días delante de nuestros ojos, pero solo los vemos cuando estamos pensando en que uno de ellos podría aparecer.
El filósofo Michel Cazenave añade que, en un "evento sincronístico" que podemos atribuir a la casualidad, lo que ocurre es que desaparece la dualidad que habitualmente sentimos como sucesos interiores y exteriores, pasando a experimentar una totalidad en la que creemos que nuestra percepción es en realidad un hecho externo y concreto.
En definitiva, hablar de casualidades o de sincronicidad son dos maneras de referirse a los mismos acontecimientos sorprendentes, pero desde diferentes perspectivas. Esta perspectiva psicológica nos permite comprender de otra manera estos fenómenos, pero también saber que, cuando tenemos nuestra energía enfocada en ciertos pensamientos, será más fácil para nosotros detectar hechos que estén relacionados, o que para nosotros signifiquen algo parecido.
Conocer nuestra mente es una manera de comenzar a aprovechar su infinito poder. Si nos concentramos en lograrlo, las maravillas que podemos generar no dejarán de multiplicarse.
http://www.labioguia.com/notas/existe-la-casualidad
No hay comentarios.:
Publicar un comentario