Estoy al borde de la vida.
Estoy al borde de la alegría.
Estoy al borde de la tristeza.
Estoy al borde del éxito.
Estoy al borde del fracaso absoluto.
Estoy al borde de deshacerme de toda la ropa y cantar Aleluya al cielo, a las montañas, a los océanos, y a todos los animales.
Estoy al borde de la risa, de grandes cascadas de lágrimas.
Estoy al borde del silencio, de la inmensa quietud que lo penetra todo.
El borde está tan vivo.
Un lugar sin respuestas, pura creatividad.
Un lugar en donde nada puede
ser comprendido.
Un lugar que se siente como Casa.
Un lugar de paz verdadera, más allá de los conceptos que la mente tiene de ella.
Estoy al borde de mí mismo, y al borde de ti.
Al borde de la locura, al borde de la desaparición.
Al borde de la intimidad pura.
El borde es emocionante; cada momento está empapado de misterio. No es seguro, sin embargo es la seguridad más pura.
Ningún concepto puede sobrevivir en este borde.
Nada de segunda mano.
Nada falso.
Nada en absoluto.
¡Vive aquí, en el borde!
Tira a la basura la vieja seguridad, de cualquier forma ya estaba muriendo.
Y respira en lo sagrado
de un solo momento.
- Jeff Foster
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