Un reciente estudio realizado por el Astrofísico Jason Steffen y su equipo de la UNLV está abriendo luz sobre el particular de la actualmente sustancial cuestión en exociencia.
En nuestra Galaxia, existen billones de sistemas planetarios en los que más de un planeta es habitable. Tal y como puede deducirse del los resultados de la misión Kepler de la NASA,podemos hablar depares de planetas en órbitas habitables con distancias orbitales inferiores a un 10%, así que si un par de planetas en un sistema están en el lugar correcto, ambos podrían sustentar vida y retroalimentar entre si.
Steffen y su equipo de investigación (Gongiie Li) del Centro Smitsoniano de Astrofísica de Hardvard, han estudiado alguna de las cuestiones ramificadas y efectos colaterales para la vida en esos sistemas multihabitables. En palabras textuales, han aseverado que “Es bastante intrigante imaginar un sistema en el que hubiera dos planetas habitables del tipo como la tierra orbitando una estrella con una proximidad tal que pudieran retroalimentarse entre sí, tal y como señala Steffen.” “Si alguno de esos sistemas que hemos visto en Kepler, fueran escalados al nivel que tiene nuestra Tierra respecto del Sol, se encontrarían a menos de una décima parte de la unidad astronómica de distancia que separa nuestra Tierra del Sol, lo que los colocaría a tan solo 40 veces la distancia que existe entre la Tierra y la Luna.” “Recodremos que en nuestro sistema solar, Marte, tan sólo se encuentra a 200 veces la distancia entre la Tierra y la Luna y también se encuentra en la zona habitable de nuestra estrella (El Sol).
En palabras del científico, ” La cuestión es que la oblicuidad entre los planetas del sistema multihabitable es tan proxima, que a pesar de ello no interferirian en sus órbitas, sino que podría darse el caso de retroalimentación entre los sistemas biofísicos entre sí. Prueba de ello sería que entre Marte y la Tierra podríamos encontrar más de 100 meteoritos reportados procedentes de Marte, lo que implicaría multiplicar por 5 o por 6 el factor de interacción en estos sistemas en los que los planetas habitables están tan próximos.”
En primer lugar, la energía necesaria del impacto, para que se consiguiera una transferencia de material de uno a otro planeta en el sistema multihabitable, sería mucho menor que en nuestro sistema solar, así que los microorganismos tendrian muchísimas mayores probabilidades de sobrevivir al impacto que en el caso de un intercambio entre Marte y la Tierra. En segundo lugar, el tiempo yla distancia de impacto sería mucho menor, con lo cuál los riesgos serían mucho menores, lo que apunta a una mayor proliferación de ecosistemas conjuntos.
Todo ello apuntaría a encontrar ecosistemas con familias parecidas o incluso troncales a nivel microbial, casi de forma simultanea en los dos planetas del mismo sistema, tal y como Steffen apunta,lo que nos llevaría a pensar que incluso lunas habitables de planetas que se encuentran en la misma zona, podrían llegar a albergar vida inteligente con procesos simultaneos de evolución de esa inteligencia, al mismo tiempo en los dos planetas del mismo sistema.
El tema y la cuestión queda abierta, pues se abren cuestiones relativas a las posibilidades relacionales entre civilizaciones dentro del mismo sistema Solar, al igual que nosotros hemos tenido relaciones intercontinentales a lo largo de la historia.
Para aquellos que deseen profundizar sobre el estudio, les remitimos al paper original, donde se exponen todos los detalles investigados por el Equipo de Jason Steffen.
Referencia: “Dynamical Considerations for Life in Multihabitable Planetary Systems,” Jason Steffen & Gongjie Li, 2016, has been accepted for publication in the Astrophysical Journal [http://apj.aas.org; a preprint should appear at http://arxiv.org/ on Tuesday, 1 December].
http://starviewerteam.com/2015/12/19/en-nuestra-galaxia-hay-al-menos-un-billon-de-planetas-habitables-como-la-tierra/
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