(Imagen: Pills_of_Hapiness_by_carola_j)
Aunque nunca recibí el mensaje de que la iluminación fuera una especie de arreglarme a mí, el condicionamiento de mi propia cultura era lo que dirigía todo el ‘show’ en diversos grados. Había un cierto sentido de estar estropeado y que el despertar era lo que me arreglaría, de tal forma que nunca más tendría que padecer ningún dolor emocional o psicológico. Fue un inocente error, por decirlo de algún modo, tratar el tema del despertar del mismo modo en que tratamos todo lo demás en nuestra cultura.
Observen nuestra cultura occidental. Desde cualquier dirección escuchamos el mensaje de que estamos estropeados, o que no somos lo suficientemente
buenos y que podemos ser arreglados si tomamos la píldora, el tratamiento médico, el plan alimenticio, el empleo, las nuevas vestimentas, el método espiritual o terapéutico, la oración o la meditación adecuados. Estamos inundados de ese tipo de mensajes desde el momento en que nacemos hasta bien entrada la edad adulta. No es de extrañar que acarreemos ese condicionamiento hasta el camino espiritual.
Un día estaba trabajando con una clienta que estaba experimentando un dolor emocional en el pecho. Estábamos explorando la creencia, ‘Nadie me quiere’, con un método de investigación que llamo ‘Unfindable Inquiry’. Mientras estaba allí sentada, con su atención amorosamente dirigida hacia esa área de su cuerpo, no dejaba de notar toda la sucesión de imágenes, palabras y sentimientos que surgían. En algún momento dentro de ese proceso, se detuvo, me miró y me dijo: ‘¿Acaso esto nunca va a terminar?’ Ella hacía esta pregunta desde su condicionamiento de ‘tengo que ser arreglada,’ como si tuviera que llegar un momento en la vida en el que jamás tuviera que pensar, sentir o percibir nada desagradable de nuevo. Pero, ¿que no la vida es acerca de pensar, sentir y percibir? ¿No es esta la forma en la que realmente experimentamos esta cosa llamada vida?
Mi respuesta fue la siguiente: No hay nada de malo en experimentar todas esas cosas. No son más que palabras, imágenes y emociones. Pero cuando tenemos la creencia de que estamos estropeados y que necesitamos que nos arreglen, estaremos buscando un punto final, en lugar de realmente ‘convivir con’ cualquier cosa que surja en el momento presente.
Esta es una de las conversaciones más complicadas que tenemos con los clientes cuando exploramos con la ayuda de las ’ Living Inquiries’. Estas investigaciones no tienen la finalidad de arreglar las cosas. Más bien, tratan de desarrollar la habilidad natural de permitir que todo sea como es y después cuestionar ciertas creencias que generan sufrimiento. Esta exploración y cuestionamiento es principalmente acerca de la profunda aceptación de cualquier cosa que surja, sin importar de qué se trate, sin importar qué cantidad de palabras, imágenes y emociones vayan o vengan. Cuando vivimos con tanto amor e intimidad nuestra propia experiencia, dejamos de buscar un punto final. El punto final viene de la creencia de un yo que vive dentro del tiempo. Cuando buscamos un punto final, buscamos en el futuro en lugar de permitir todo lo que surge ahora. No somos capaces de ver, en ese momento, que el punto final surge a través de un conjunto de palabras en el momento presente y que estas palabras TAMBIÉN pueden ser permitidas para que vengan y se vayan con toda libertad.
Una vez que limpiamos la creencia de que estamos estropeados y necesitamos arreglo, un cambio en la percepción puede tomar lugar. Nos movemos de una limitada forma de experimentarnos a nosotros mismos hacia un más directo e inmediato permitir todo, tal y como es, sin ningún tipo de resistencia. Este cambio de percepción tiene el poder de aliviar profundamente el sufrimiento en una forma muy diferente al deseo de ser ‘arreglado.’ El alivio del sufrimiento viene de dar la bienvenida al sufrimiento, moviéndonos a través de él, en lugar de tratar de hacer que algo termine.
¿En dónde se encuentra el final de experimentar? ¿Lo has pensado alguna vez? ¿El final de experimentar no sería acaso otro pensamiento surgiendo en el momento presente?
Sé radical: cuestiónate la idea de que estás estropeado y que necesitas ser arreglado. Tira a la basura el condicionamiento que tu cultura te ha heredado y remplázala por una investigación amorosa de todos tus pensamientos, emociones y sensaciones conforme surgen y se disuelven. Date cuenta que conforme los pensamientos, las emociones y las sensaciones vienen y van, hay una presencia consciente que se mantiene inmutable. Una presencia consciente establemente presente independiente del ir y venir de todas esas cosas. En esto, hay una profunda aceptación de la vida, sin importar cómo se presente.
Y después, cuando estés listo, cuestiona la idea de la presencia consciente. Observa que también es algo que no se puede encontrar. No es algo a lo que te puedas asir en ninguna forma. En ese punto, habrás perdido el piso, en el buen sentido. Tú no estás simplemente observando el ir y venir del río de la experiencia. Tú eres el río mismo. Has dado el salto y has perdido el sentido del yo que tiene el deseo de cambiar el río. Has perdido la creencia de estar estropeado y que tienes que ser arreglado. Te encuentras viviendo y disfrutando la vida, lo bueno, lo malo, lo feo, y lo neutral. Todo está aquí para ti, en este momento. Vívelo, ámalo, sé eso. Sé consciente de que el río jamás termina y que ya no estás buscando su final, en ninguna forma.
- Scott Kiloby
(Traducido por Tarsila Murguía)
http://presenciaconsciente.tumblr.com/post/98475027772/mas-alla-de-nuestra-cultura-de-querer-arreglarlo
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