La educación no sólo ocurre en las escuelas, sino que nunca deja de estar sucediendo a cada paso que damos en la vida. Si se consigue despertar esa actitud, de constante mirada abierta ante la vida, una mirada que busque comprender su mundo, cuestionarlo y tratar de mejorarlo. Si la tarea
educativa consigue dejar un legado mayor que el que se refleja numéricamente en un expediente académico. Si, más allá de un título que nos facilite desarrollar una determinada profesión, la tarea educativa consigue que el alumno sepa qué es lo que realmente quiere, no porque tenga más 'salidas', sino porque es capaz de amar lo que hace, creer en lo que hace y tener la voluntad de mejorar con su capacidad creativa lo que encuentra en su camino, entonces la educación puede tener un sentido.
Si educamos en unos valores que son los mismos que nos han llevado a esta actual crisis de valores, como son la competitividad y el materialismo, estaremos olvidando el verdadero sentido de las palabras 'humanidad' y 'humanismo', donde la cooperación, la solidaridad y la búsqueda de la libertad de pensamiento y de acción son sus fuentes de inspiración. Sólo así es posible un desarrollo humano que no olvide que somos seres productores, no sólo de dinero y de mercancía, sino de cultura, de belleza y de inteligencia creativas. Necesitamos de estos valores para poder respirar, y una verdadera revolución siempre aspirará a alzar el vuelo recobrando las alas perdidas que otorgan belleza al recorrido de su libertad. Como escribió Albert Camus, ahora se cumple el centenario de su nacimiento: "La belleza, sin duda, no hace las revoluciones. Pero llega un día en que las revoluciones tienen necesidad de ella. [...] Manteniendo la belleza, preparamos ese día de renacimiento en el que la civilización pondrá en el centro de su reflexión [...] esa virtud viva que cimenta la común dignidad del mundo y del hombre, y que tenemos que definir ahora frente a un mundo que la insulta." Y la educación sólo puede ser bella si entendemos que con ella lo que hacemos es comprender el mundo en que vivimos, adquiriendo las herramientas necesarias, que se encuentran dentro de uno mismo, para mejorarlo.
La Tribuna de Albacete
http://lashorasylossiglos.blogspot.com.ar/2013/11/el-sentido-de-la-educacion.html
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