Psicólogos españoles sostienen que controlar las emociones hace a las personas más felices (mhiguera/Flickr) |
Psicólogos españoles sostienen que las personas más capaces para enfrentar las adversidades y controlar adecuadamente sus emociones son, además, las que demuestran ser las más satisfechas de la vida y más felices.
El estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona revela que las personas que son más capaces de superar fuertes situaciones adversas salen fortalecidas y sus vidas adquieren un nuevo sentido.
En segundo lugar, encontraron que existe otro grupo que aprende a controlar sus emociones con el tiempo. Ante la pérdida de una persona querida, aunque no logran superar la situación de inmediato como en el primer caso, el trauma decrece con el tiempo. Ellos se van adaptando a la nueva situación. Un tercer grupo sufre secuelas que parecen perdurar toda la vida.
Los psicólogos analizaron a 254 estudiantes con diferentes cuestionarios para evaluar su nivel de satisfacción y encontrar su relación con la capacidad y habilidad de controlar las propias emociones que correspondería, según su descripción, a la “capacidad
de reparación emocional, uno de los componentes de la inteligencia emocional” a la cual llaman "resiliencia".
Los datos del estudio mostraron que el 20% de los participantes en la encuesta demostraban más satisfacción con la vida y también eran aquellos que creían que podían controlar sus emociones y su estado de ánimo.
Para los psicólogos del estudio, esta capacidad tiene un efecto que augura un pronóstico positivo sobre la satisfacción con la vida.
"Algunas de las características de las personas "resilientes" pueden ser entrenadas y mejoradas, como la autoestima y la regulación de las propias emociones. Con este aprendizaje se podría dotar de recursos a las personas para facilitar su adaptación y mejorar su calidad de vida", explica el Dr.. Joaquín T Limonero, profesor del Grupo de Investigación en Estrés y Salud de la UAB y coordinador de la investigación.
La investigación fue publicada recientemente en la revista Behavioral Psychology. En el estudio participó el investigador de la UAB Jordi Fernández Castro; los profesores de la Escuela de Enfermería Gimbernat (centro adscrito a la UAB) Joaquín Tomás-Sábado y Amor Aradilla Herrera, y la psicóloga e investigadora de la Mutua de accidentes laborales Egarsat, M. José Gómez-Romero.
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