¿No te ha pasado alguna vez que tus pensamientos se ven interrumpidos por recuerdos del pasado o miedos del futuro?
Nos mortificamos por el pasado, reviviendo una y otra vez en nuestra mente acontecimientos negativos que han sucedido: una discusión con nuestra pareja o en el trabajo, un proyecto que salió mal, una circunstancia adversa… Nos arrepentimos de lo que hemos hecho, de lo que no hemos hecho, y de lo que hicimos pero podríamos haber hecho mejor.
Y nos preocupamos por el futuro, con una visión catastrófica que adelanta acontecimientos negativos: “¿y si sale mal? ¿y si me ocurre algo malo? ¿y si salgo a la calle y me atropella un barco?”.
Tenemos miedo al rechazo, a fracasar, al qué dirán, miedo a tomar una decisión por si nos equivocamos, miedo a emprender por si nos arruinamos. Incluso existe el miedo al éxito: ¿y si no merezco lo que voy a conseguir? ¿y si luego lo pierdo? ¿y qué pensarán los demás?.
Como nuestro cerebro va más rápido que nuestra percepción de la realidad, se trae cosas del pasado o se inventa cosas del futuro.
Cuando nuestro cerebro está al 100% en algo, es más difícil que se traiga pensamientos recurrentes. En una situación de tensión, en la que tienes que enfocar toda tu atención, no piensas en nada más. Sin embargo a veces llegamos con el coche al trabajo y ni nos acordamos del camino que hemos hecho, ¡hemos estado todo el rato pensando en otras cosas!
Vivir en el momento presente significa dejar de tener estos pensamientos involuntarios y enfocarnos en lo que
está sucediendo o estamos haciendo en este preciso momento.
Ventajas de vivir en el momento presente
La gran ventaja de vivir en el momento presente es que tu mente no se ve distraída por estos pensamientos involuntarios, con lo que puedes:
* Concentrarte más en lo que estás haciendo
* Disfrutarlo más, porque percibes cada detalle
* Hacerlo mejor, puesto que no estás utilizando parte de tu mente en preocuparte por otras cosas, toda tu capacidad estará dedicada a ello
* Acordarte mejor, al concentrarnos activamente se terminó el olvidarnos de las cosas que hacemos por despistarnos con otros pensamientos.
En general cuando nuestra mente se pierde en recuerdos y preocupaciones vivimos más amargados y nos despistamos más. Cuando vivimos en el presente somos más felices y productivos.
No necesariamente, si por ejemplo estamos realizando una tarea mecánica que no nos supone esfuerzo mental y que no nos resulta especialmente placentera, no pasa nada por estar a la vez pensando en nuestras cosas (positivas mejor ) , hablando con alguien, escuchando música, etc.
Pero sí deberíamos tener la capacidad de estar en el momento presente, siempre que nosotros queramos, sin que nos interrumpan estos pensamientos involuntarios, ¿cómo podemos hacerlo?
¿Cómo vivir en el momento presente?
La gracia es que no le puedes decir al cerebro, “no me traigas estos pensamientos”, porque como ya sabemos, si le dices eso va y te los trae (“no pienses en un elefante rosa”).
Básicamente lo que sucede es que el cerebro se “aburre” y nos trae cosas que a él le parecen más importantes que lo que estás haciendo en ese momento: por ejemplo arrepentimientos del pasado o bien preocupaciones por el futuro. Estos pensamientos recurrentes pueden venir como imágenes, sonidos o sensaciones.
Por ejemplo estamos observando algo, viendo la tele o leyendo un libro, y de repente vemos una imagen mental. Es como un recubrimiento sobre nuestra visión, una especie de diapositiva: con los ojos estamos viendo la realidad, pero con la mente estamos viendo este recuerdo. Igual sucede con los sonidos y las sensaciones/emociones.
Ahora, ¿cómo nos deshacemos de estos pensamientos involuntarios? Básicamente hay dos caminos, y los dos son complementarios:
* Conseguir que nuestro cerebro deje de generar pensamientos involuntarios. Tranquilizar nuestra mente. Acallar nuestro diálogo interno.
Para esto lo mejor es la Meditación de Atención Plena. Enfocamos nuestra atención en algo concreto, típicamente, nuestra respiración. Cuando nos desconcentramos, nos damos cuenta de que nos hemos desconcentrado y volvemos a fijar la atención en nuestra respiración. Con la práctica la mente se va tranquilizando.
La ventaja de la atención plena es que acostumbra a tu cerebro a estar en el presente sin irse al pasado ni al futuro. La desventaja es que necesita una práctica frecuente y un cierto tiempo para empezar a funcionar. Es menos útil por ejemplo si tienes un recuerdo o preocupación muy específico y fuerte.
Está demostrado científicamente que la meditación mejora tus capacidades intelectuales. Si quieres aprender a meditar te recomiendo estos artículos: Cómo meditar y Meditación para la Higiene Mental.
* Cambiar nuestros pensamientos negativos por positivos. Es decir si tu cerebro te trae imágenes, sonidos o emociones negativas, las cambias por positivas y las guardas de nuevo en tu memoria. Además así es más difícil que el cerebro te las vuelva a traer involuntariamente.
Para esto lo mejor es la Programación Neurolingüística, pues dispone de numerosas técnicas para manipular las referencias internas en nuestra mente: disociación, cambio de submodalidades, eliminación de referencias negativas, reencuadre, cura rápida de fobias, cambio de historia, etc etc.
La grandísima ventaja de la PNL es que puede actuar inmediatamente para cambiar una referencia concreta y específica que no queramos tener, por ejemplo porque nos esté molestando demasiado. Por ejemplo, la PNL es capaz de eliminar fobias muy rápidamente.
La desventaja es que si tu cerebro está acostumbrado a buscar problemas, seguirá buscando problemas durante un largo tiempo aunque tú constantemente estés cambiando las referencias negativas en tu mente. El cerebro sigue intentando durante un tiempo atormentarte por el pasado y preocuparse por el futuro, sólo que tú no se lo permites cambiando estas referencias que te trae, por referencias positivas.
Por eso recomiendo combinar la Meditación y la PNL: con la meditación ejercitas tu mente para estar en el presente, sin que se traiga recuerdos negativos ni preocupaciones. Con la PNL cambias los recuerdos negativos y preocupaciones que pudieras tener para eliminarlos o cambiarlos por pensamientos positivos y motivadores.
¿Y a ti qué tal te va? ¿Tienes dificultades para vivir en el presente? ¿Practicas la meditación o la PNL? Déjanos un comentario con tu experiencia.
Miguel Guzman
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